Las recomendaciones de un especialista para cuidar la salud en las celebraciones de fin de año

Las fiestas con los compañeros de trabajo, el “amigo secreto” y el compartir en familia que surgen en diciembre son espacios de socialización que también presentan diversos desafíos a nivel de salud, ya que vienen acompañados con diversas preparaciones gastronómicas y con esto, las personas pueden experimentar un incremento en la ingesta calórica con productos ricos en grasas saturadas y azúcares, como los postres y dulces navideños.

En este sentido, una preocupación de la comunidad médica es cómo el potencial incremento de peso puede impactar en la aparición o empeoramiento de patologías metabólicas como la resistencia a la insulina, la diabetes o enfermedades hormonales como las que afectan a la tiroides.

“Durante esta época del año es habitual que las personas acudan ante especialistas en nutrición para poder tomar previsiones sobre cómo enfrentarse a las presiones por comer alimentos que pueden perjudicar su actual situación de salud”, expresa el doctor Álex Escalona, especialista en Cirugía digestiva de la Clínica U. Andes.

“De hecho, diversas investigaciones científicas dan cuenta de que el aumento de peso durante la temporada navideña puede ir desde 0,5 a 1 kilo en promedio, y esta alza no siempre se pierde en los meses posteriores a la Navidad”, añade.

En esta línea, señala el experto, en los casos en que las personas necesitan un acompañamiento adicional, por ejemplo, cuando tienen un IMC superior a 27 y no han logrado reducir sus factores de riesgo, tales como el exceso de colesterol, la grasa visceral y el sobrepeso, “existen opciones médicas especiales que son poco invasivas, como el balón intragástrico que se degrada en cuatro meses de forma natural; soporte kinesiológico-nutricional, y también es importante identificar si la terapia sicológica puede brindar un soporte conductual adicional”.

De acuerdo al doctor Escalona, “es fundamental contar con un acompañamiento médico integral antes de tomar cualquier decisión sobre la salud. Por eso, la primera recomendación es acudir a un profesional certificado en nutrición, que pueda realizar el diagnóstico y establecer pautas de alimentación con base en la situación integral del paciente, ya que éste puede tener distintas condiciones que afecten su organismo”.

Asimismo, el médico destaca que “existen distintas acciones que pueden contribuir en el día a día a cambiar nuestros hábitos y la relación que tenemos con la comida. Por ejemplo, si reemplazamos los pasteles y caramelos, por fuentes con fruta de distintos colores, podemos tener opciones más saludables para contar con un snack dulce, además de realizar actividades como escuchar un podcast mientras caminamos hacia nuestro trabajo o de regreso a casa”.

“Lo fundamental es que no perdamos la perspectiva de que el cuidado de nuestra salud es algo que debemos tener en cuenta durante todo el año y cambiar nuestra perspectiva de cómo nos relacionamos ante los alimentos, pensando el comer desde una mirada de la nutrición y así dejar de lado la culpa, que puede desencadenar problemas a nivel de salud mental a largo plazo”, concluye el experto.