Liliana Cortés, directora ejecutiva de la Fundación Súmate: “La matrícula de las escuelas de reingreso aumentó en 20% este año”

Liliana Cortés lleva ocho años dirigiendo la Fundación Súmate, que trabaja con jóvenes excluidos.
Liliana Cortés lleva ocho años dirigiendo la Fundación Súmate, que trabaja con jóvenes excluidos.

La experta en deserción escolar advierte que la demanda por los programas de reinserción está creciendo, pero que no hay recursos suficientes para entregar una oferta a esos jóvenes excluidos.


El Ministerio de Educación proyecta que 81 mil niños podrían desertar del colegio este año, los que se sumarían a los 183 mil que ya estaban excluidos antes de la pandemia. En esta entrevista, la directora ejecutiva de la Fundación Súmate, Liliana Cortés, que lidera cinco escuelas de reingreso y que participó en la mesa de expertos que propuso 15 medidas para enfrentar la deserción, cuenta que ya están notando este fenómeno.

¿Cree que se ha logrado evitar la deserción escolar?

Los esfuerzos que se han hecho para prevenir la deserción van a tener sus frutos, porque en los últimos meses se ha trabajado en nivelar a los niños y ser flexibles con las evaluaciones, que son procesos que los jóvenes viven con estrés y que impulsan su salida del sistema. Los colegios lograron, a partir del segundo semestre, retener a los niños. Pero los que no lograron conectarse dieron por perdido el año hace mucho rato y hoy están en busca de escuelas de reingreso.

¿Qué se requiere para apoyar a estas escuelas?

Nos hubiera gustado que se viera en la Ley de Presupuestos 2021 explícitamente un aumento de recursos para la reinserción, que existiera una modalidad educacional y una subvención especial. También creemos que la subvención regular que se les paga a los colegios debe tener una señal para las escuelas de adultos y reingreso, precisamente para tener oferta de calidad para cuando los chicos intenten volver.

Hay un proyecto de ley que extiende el pago de la subvención escolar, pero ustedes dicen que no les favorece, ¿por qué?

Se necesita que ese proyecto mejore el cálculo del pago de la subvención. La actual fórmula considera los meses de marzo, abril y mayo, pero marzo para nuestras escuelas es un mes de adaptación y no se registra asistencia. Tal como está ese proyecto, se nos sigue perjudicando.

¿Ha aumentado la demanda por las escuelas de reinserción?

No hemos perdido matrícula donde hemos estado trabajando activamente, hemos retenido al 95% de los jóvenes, pero, además, en las escuelas de Súmate hemos visto un aumento de matrícula por los niños que quedaron botados durante el año, que venían con rezago, tambaleando en la educación regular, y ahora no vuelven al mismo colegio a golpear la puerta, sino que buscan una alternativa más flexible, como las escuelas de reingreso y de adultos.

¿En cuánto aumentó la matrícula en sus escuelas?

La matrícula de las escuelas de reingreso aumentó hasta en un 20% en función a cómo partimos el año, porque recibimos a chicos que se quedaron botados en el camino y esta es su última opción. Las cinco escuelas de Súmate partieron con 550 jóvenes y estamos terminando con 680, porque los chicos nos han ido encontrando.

¿Cuánto debiera aumentar la oferta de escuelas de reinserción para recuperar a esos jóvenes?

No hay que crear escuelas nuevas, sino que hay que reconvertir escuelas de adultos. Por ejemplo, una escuela de adultos que está atendiendo niños hace mucho tiempo, pero con las mismas herramientas que ha tenido siempre, debe tener recursos para profesionalizarse, tener los recursos humanos, mejorar su calidad y llenar su matrícula. Así, rápidamente puede haber una oferta posible. Así lo hacemos nosotros, pero solo somos cinco escuelas, la red de escuela de reingresos tiene 15, y en Chile hay cerca de 500 escuelas de adultos, muchas de las cuales se pueden reconvertir a la modalidad de reingreso. Estamos lejos de atender con calidad a estos jóvenes, pero se necesitan recursos para lograrlo.

¿Cuál era el presupuesto para esta materia y en cuánto se redujo para 2021?

En el programa de reingreso y reinserción mantiene igual su presupuesto para 2021, son cerca de $ 1.300 millones, pero la partida presupuestaria en general para la educación de adultos disminuye en 10%. Tenemos certeza de que eso es insuficiente para atender la realidad que se nos viene, porque serán pocas horas docentes y no hay recursos para tener duplas psicosociales (...), las escuelas funcionarán por pura vocación.

¿Cuántos recursos se invierten y se requieren por cada joven?

Tenemos una inversión aproximada de $ 300 mil mensuales por joven en la fundación. En un estudio de 2019 se hizo un costo promedio ideal, que llegaba a $ 500 mil mensuales por joven y estamos lejos de eso. Pero las escuelas de adultos regulares no reciben más de $ 50 mil por joven atendido. Son brechas gigantescas.

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