Los flancos de Mario Desbordes en Santiago a dos meses de asumir como alcalde
El comercio callejero, crímenes en la Alameda, la disputa con el gobierno para que no se construya una nueva cárcel y un conflicto con profesores, son los temas con mayor repercusión que el jefe comunal está enfrentando tras su instalación en el cargo.
Cuando Mario Desbordes, asumió como alcalde de Santiago, el 5 de diciembre de 2024, tomó varias decisiones que daban cuenta de la impronta que quería darle a su estadía en el cargo. Causó polémica retirando las banderas mapuche y LGBTI+ del Palacio Consistorial, instaladas por la administración de su antecesora, Irací Hassler, y en su discurso de asunción se comprometió a terminar con los ‘rucos’ y grafitis y a trabajar con las policías para “ganar la batalla contra la delincuencia”.
Ese día, cerró su intervención con un compromiso con la educación pública: “Nunca se debió perder el sitial de la educación en esta comuna. Santiago debe volver a ser un referente en este ámbito”.
El flanco con profesores
A dos meses de haber asumido, el exdiputado de Renovación Nacional mantiene una disputa con el Colegio de Profesores, que presionan por el pago de beneficios adeudados: una gratificación establecida en el artículo 47 del contrato con el municipio, además del bono de vacaciones que se paga tanto en invierno como en verano. La situación amenaza con retrasar el inicio del año escolar en marzo.
En declaraciones a radio Duna, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, descartó que el no pago se vincule a problemas de caja en Santiago.
“Estamos buscando diálogo, pero si no se paga, lamentablemente no va a quedar otra de iniciar una movilización y las clases no se van a poder iniciar en marzo (…) Ojalá el alcalde deje la actitud belicosa, llegó con amenazas”, aseguró.
Meiggs y los toldos
Por otro lado, persisten los problemas en el barrio Meiggs, lugar en que el comercio informal sigue operando en los característicos toldos azules que copan el espacio público.
“En Meiggs lo que hay es una anarquía, no existe el Estado”, ha señalado el alcalde.
Desbordes fijó un plazo de un año y medio para concretar una intervención de envergadura en un polo comercial que abastece a tiendas de toda la región con ropa, juguetes, artículos electrónicos y productos para el hogar.
En coordinación con Carabineros, se siguen realizando intervenciones. “Será un camino largo el recuperar estos espacios perdidos, pero insistiremos en este trabajo que nos ha mandatado la comunidad”, señalan en el municipio.
El trabajo contra el comercio informal y ambulantes también considera el barrio Franklin y el casco histórico.
A un día de asumir la alcaldía, Desbordes afirmó que bajo su administración los toldos azules iban a ser “erradicados” de los barrios de Santiago, sin embargo luego sostuvo que “erradicar 100% el comercio ilegal en la vía pública es casi imposible”.
La criminalidad en la Alameda y su entorno
La principal arteria capitalina vive un proceso de cambio. El Gobierno Regional Metropolitano ha invertido recursos para la limpieza de fachadas tras el llamado estallido social y cada tanto se realizan operativos para retirar a personas en situación de calle que se instalaron en el bandejón central de la vía con carpas y casuchas hechas con retazos de madera y desechos. Este panorama coexiste en la actualidad con las obras del proyecto Nueva Alameda.
Por otro lado, el centro de Santiago ha sido el escenario de crímenes violentos que impactan negativamente en la percepción de la ciudadanía respecto a la delincuencia y que ponen presión al gobierno central y a las administraciones comunales. Desbordes, un excarabinero que levantó el tema de la seguridad como bandera de campaña, tiene allí una tarea urgente.
La madrugada del domingo, un hombre de 37 años fue baleado en múltiples ocasiones mientras se desplazaba en un vehículo por la Alameda hacia el oriente.
Tras ese hecho, el director de Prevención y Seguridad Comunitaria de la Municipalidad de Santiago, Arturo Urrutia, resaltó la rápida acción de los funcionarios municipales para atender al herido. El funcionario destacó que esa acción se vincula al funcionamiento del plan del Eje Alameda, que involucra también a las comunas de Estación Central y Lo Prado. A su juicio, luego de las vacaciones, este trabajo tendrá mayor visibilidad. “Se nos viene marzo prontamente y quizás será mas efectivo en ese sentido porque la gente los va a ver permanentemente”, aseguró.
La disputa con el gobierno por la cárcel
Desbordes también asumió la posta en el “gallito” que mantuvo Irací Hassler con la administración de Gabriel Boric para evitar la construcción de un nuevo penal en el complejo carcelario de avenida Pedro Montt, junto al barrio Rondizzoni.
En septiembre, con Hassler todavía en el cargo, una vez recibido el oficio del Ministerio de Vivienda para que se pronuncie formalmente sobre la reforma al plan regulador para construir una nueva cárcel de máxima seguridad en la comuna, la Municipalidad de Santiago emanó el informe técnico con que se opuso formalmente a la materialización del proyecto anunciado por el Presidente Boric dos meses antes.
El nuevo alcalde optó por suspender indefinidamente contactos con el Ministerio de Justicia y anunció una consulta ciudadana. La consulta se concretaría la primera semana de marzo y abordaría un universo de entre 30 y 40 mil personas.
No tuvo éxito, sin embargo, con el recurso de protección en contra del Ministerio de Vivienda, que interpuso el 20 de enero y que fue declarado inadmisible por la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago.
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