Esta semana el director general de la Policía de Investigaciones (PDI), Sergio Muñoz, encabezó el encuentro en que el Alto Mando de la institución analizó los principales lineamientos y desafíos que supone el sexto Plan Estratégico de Desarrollo Policial. Herramienta diseñada, aseguran desde el organismo, con miras a responder a la “nueva criminalidad” que opera en el país.
Y, enfatiza Muñoz, “estamos viendo crímenes y delitos a los que no estábamos acostumbrados, que nos llama mucho la atención”, y por eso “este plan estratégico proyecta al futuro de nuestras respuestas”.
Sin ir más lejos, desde el 31 de agosto el Ministerio Público indaga amenazas en contra de un juez por parte de un imputado vinculado al Tren de Aragua.
Hoy vemos que jueces son amenazados por imputados vinculados al Tren de Aragua, ¿cómo están afrontando esta situación?
Son investigaciones en desarrollo. Ya estamos con una luz de alerta ante el caso de amenazas a jueces, por eso realizamos los estudios de seguridad que corresponden y los ponemos a disposición de la autoridad para que ellos tomen acciones. Además, contribuimos aplicando algunas medidas de seguridad directa a fiscales, y a algunas personalidades que vemos que podría tener más riesgo por sobre otras. En eso se está trabajando y se desarrollan todas las acciones que sean necesarias.
¿Dentro de esta nueva criminalidad entran los casos de corrupción, como los líos de platas que involucran a fundaciones y a organismos públicos?
Ahí hay un trabajo muy metódico, muy específico y requiere de mucha especialización. Tenemos fuerzas de tarea que están a disposición, grupos especiales de trabajo que están dando buenos resultados porque las investigaciones no terminan con las detenciones, después hay un trabajo también muy largo de hacer auditoría, hacer revisiones de documentación, de encontrar la evidencia, de revisar patrimonios.
El gobierno y la Fiscalía han hablado derechamente de que estamos ante casos de corrupción, ¿usted también los cataloga de esa forma?
La ciudadanía debe estar tranquila de que estamos poniendo todas nuestras capacidades y todo el profesionalismo a disposición de esto. Nuestro trabajo garantiza que la justicia llegará hasta el final en los casos más complejos, incluido lo referente a convenios.
Se ha mencionado que estas indagaciones serán extensas y que tomarán años...
Eso es incierto, pero efectivamente tiene un trabajo bastante extenso, riguroso, desgastante, porque son grandes volúmenes de información, pero eso también lo trabajamos con tecnología, con un centro de análisis criminal que también analiza grandes volúmenes de información y aquello se pone a disposición de nuestros funcionarios.
¿Qué rol tiene la PDI en el Plan Nacional de Búsqueda anunciado por el gobierno?
En materia de derechos humanos hay tareas que la PDI inició hace años, primero con el departamento de asuntos internos, después con la Brigada de Homicidios y luego con la Brigada Investigadora de Derechos Humanos. Y, en este último tiempo, también se ha estado trabajando con el Ministerio de Justicia para aportar con nuestra experiencia y conocimiento.
¿La institución tiene alguna reflexión crítica de lo sucedido hace 50 años?
Más que autocrítica, es hacer una reflexión respecto de nuestro rol como investigadores, como una institución que es transversal, que investiga delitos y que para eso pone las mejores capacidades. La institución de hoy no es la misma que la de hace 50 años y es porque hemos sabido leer el entorno y madurar a través del tiempo.
¿Cuáles son las metas y los principales objetivos que fija este Plan Estratégico?
El tema central está dado en la modernización y la profesionalización de nuestros integrantes. Entendemos que la criminalidad moderna está, el crimen organizado de hoy no solamente afecta a nuestra sociedad, sino que esto es un problema global, el mundo está preocupado de estas grandes organizaciones que se interconectan. Nosotros tenemos que estar a la altura de ello y por eso hemos enfocado todos nuestros esfuerzos en explorar cuáles son los eventuales riesgos que puede tener nuestra sociedad.
¿En qué se traduce aquello?
En la profesionalización de nuestros detectives en áreas específicas que son necesarias para combatir este tipo de delitos. Necesitamos ingenieros comerciales para perseguir los patrimonios, contadores para hacer auditorías de estos grandes fraudes financieros, como son lo de las licencias médicas falsas o el caso de las fundaciones. Necesitamos especialistas, personas que sean profesionales además de detectives.
¿Qué se espera con ello?
Poner a disposición de las investigaciones que llevamos adelante toda la experiencia que se requiera para combatir una organización criminal. Queremos seguir atacando al crimen organizado desde diferentes aristas, con un detective experto en homicidios, por ejemplo, pero también experto en delitos económicos, en crimen organizado y con gente que tiene el conocimiento de los territorios.
¿Eso incluye aumento de dotación?
Siempre la cantidad es importante reforzarla, porque todos tenemos necesidades de personal, pero hoy el plan estratégico está enfocado en mejoras en la calidad.