La tarde de este martes se confirmó que la abogada María Elena Santibáñez asumirá la representación de la funcionaria de la Subsecretaría del Interior que el pasado lunes 14 de octubre estampó una denuncia por delito de violación en contra del ex subsecretario Manuel Monsalve.
La determinación, como pudo conocer este medio, se da luego de que Roberto Ávila, quien inicialmente asumió el patrocinio de la víctima, diera un paso al costado.
La decisión se da en la antesala de la audiencia de cautela de garantías que solicitó la defensa de la otrora autoridad con miras a conocer mayores antecedentes de la indagación, la cual se materializará mañana miércoles a partir de las 9.00 horas.
Consultado sobre la determinación, Ávila indicó a La Tercera: “La representación de la víctima en el caso Monsalve la continuará la colega Santibáñez. No hay ninguna situación enojosa entre este abogado y la que fue su representada”.
“Me sigue asistiendo la convicción que todo lo que ella relata es verdad”, complementó.
¿Quién es María Elena Santibáñez?
María Elena Santibáñez es abogada de la Universidad Católica, casa de estudio a la que ha permanecido ligada, tras egresar en 1995, como académica. La profesional, es oriunda de Concepción y fue mientras estudió en la UC que conoció a uno de sus mentores en el derecho, el jurista Enrique Cury, de quien fue asisten en la Corte Suprema.
Un año después de jurar como abogada, el año 2000, comenzó a trabajar en el Ministerio Público, institución en la que permaneció hasta 2008, llegando a ser directora de la Unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía Nacional. Con la llegada del ex fiscal Sabas Chahuán, eso sí, Santibáñez no sólo dejó su cargo, sino que también el ente persecutor.
Tras su salida de la Fiscalía Nacional, el 2008, la experta en derecho penal comenzó a trabajar como abogada particular, realizó un magister en derecho y el 2015 se sumó la Clínica Jurídica de la UC, la cual aún integra.
En su carrera profesional, Santibáñez tuvo amplia notoriedad en el caso Bombas II, representando a las víctimas de los hechos. Sin embargo, su trabajo siempre ha estado ligado a los ilícitos sexuales y la protección de víctimas. El último tiempo, además, fue nombrada por la Congregación Jesuita para encargarse de la investigación previa en contra del sacerdote Felipe Berríos, calificando con “verosimilitud” el testimonio de la denunciante.
Actualmente, la abogada trabaja como académica de la UC en las materias de derecho penal y delitos sexual, así como también en la Universidad Adolfo Ibáñez. Además, es parte del directorio de la Fundación Amparo y Justicia.