Nuevo Transantiago reduce a 700 metros distancia máxima a un paradero

Este martes la ministra de Transporte y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, dará a conocer las nuevas bases de licitación del Transantiago, luego que declarara desierto el proceso iniciado durante el gobierno de Michelle Bachelet, al considerar que este poseía "errores e improvisación".

El nuevo concurso público tendrá como objetivo renovar el 62% de la red de transporte público de superficie, es decir, cuatro de las siete unidades de negocio existentes.

De los 2.834 kilómetros de cobertura, el proceso renovará a los operadores a cargo de 1.762. Ellos son: Alsacia, Express, Redbus y STP. Mientras las dos primeras empresas son de capitales colombianos, Redbus pertenece a franceses y STP a chilenos.

Además, se exigirá mejorar la tecnología de los buses, con la inclusión de wifi, aire acondicionado y la presencia de 200 máquinas eléctricas en las calles.

En términos geográficos, las comunas más afectadas por el cambio del servicio se encuentran en las zonas norte y oriente de la capital. Por ejemplo, se licitará el 100% de las vías de las comunas de Lo Barnechea, Las Condes, La Reina y Vitacura. Además, de un alto porcentaje en Huechuraba, Independencia, Quilicura, Puente Alto y Recoleta.

Además de plantearse la necesidad de mejorar el servicio en las zonas actuales, desde la secretaría de Transporte destacan el acceso al servicio en nuevos sectores de la ciudad, actualmente alejadas hasta en dos kilómetros de un paradero del transporte público.

De acuerdo a la ministra Gloria Hutt, "para una ciudad tan dinámica como Santiago, requerimos de un sistema de contratos flexibles para poder entregar servicios en polos urbanos que estén en crecimiento".

En este sentido, la autoridad enfatizó que a diferencia de las actuales distancias que deben recorrer los vecinos de ciertos sectores, la intención del actual proceso es que estos tramos no superen los 700 metros. "Los contratos que presentaremos mañana tendrán características de mayor flexibilidad, para adaptarse al dinamismo de la ciudad y proteger el interés de los usuarios, facilitando el reemplazo de operadores que no logren niveles de servicio aceptable".

Según Alejandro Tirachini, académico de la Universidad de Chile, "el transporte público debe ser accesible como herramienta de inclusión social". En ese sentido, enfatizó que el diseño de las líneas de buses tiene como desafío "conciliar la cercanía de los paraderos con el hecho que los servicios deben ser directos, no muy sinuosos".