Padres de Schöenstatt por denuncias contra Cox: "No respondimos como la situación lo requería"
Francisco José Cox está siendo investigado en cuatro causas, dos civiles y dos canónicas. Entre ellas, por abusos cometidos contra Abel Soto cuando el religioso estaba a cargo de la diócesis de Chillán.
El Instituto de los Padres de Schöenstatt se refirió a las denuncias de abuso que enfrenta el arzobispo emérito de La Serena, Francisco José Cox, luego de que se dieran a conocer más testimonios de presuntas víctimas, y hace un mea culpa, "no respondimos como la situación lo requería".
A través de un comunicado, la institución explica que conocían algunas de las denuncias y habían iniciado una serie de acciones, pero éstas no fueron suficientes. "Desde su período en la Serena, conocimos diferentes testimonios que hacían referencia a situaciones abusivas cometidas por parte de Francisco José Cox. Gracias a la formación recibida posteriormente en prevención de abusos y acompañamiento de víctimas, constatamos que en ese momento no respondimos como la situación lo requería".
Por otro lado, detallaron que a fines de 2017, recibieron un denuncia formal de parte de una persona residente en el extranjero sobre una situación ocurrido en 2004 en Alemania, la cual que presentada ante la justicia alemana y hacia la Congregación para la Doctrina de la Fe, en Roma. "Acogimos al denunciante y realizamos la debida investigación según la normativa de la Conferencia Episcopal Alemana y la Conferencia de las Órdenes religiosas".
Desde Instituto de los Padres de Schöenstatt condenaron "todo acto de abuso, lamentamos el sufrimiento de las víctimas y apoyamos plenamente que la justicia civil y los tribunales eclesiásticos aclaren los hechos, para que se conozca la verdad y se haga justicia", por ello aseguran que buscan cooperar con las investigación que lleva a cabo el Ministerio Público.
Francisco José Cox está siendo investigado en cuatro causas, dos civiles y dos canónicas. Entre ellas, abusos cometidos contra Abel Soto cuando el religioso estaba a cargo de la diócesis de Chillán.
El cuestionado religioso reside en un convento de la comunidad Schöenstatt en Vallendar (Alemania) desde 2002.
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