Paso Los Libertadores: el caos que acusan los turistas argentinos
El flujo de transandinos hacia Chile se disparó un 59% en enero, miles de los cuales cruzan por tierra desde Mendoza, generando largas filas y críticas. El gobierno ha impulsado medidas, las que no son suficientes para la embajada argentina.
En un día sin tránsito y con poca espera en la Aduana, el cruce desde Argentina a Chile por el Paso Los Libertadores no debería tardar más de 20 minutos. Pero desde diciembre de 2024 la espera subió a seis y hasta 12 horas debido a los intensos controles y la enorme cantidad de turistas argentinos buscando cruzar a territorio nacional. El Paso Internacional Cristo Redentor se convirtió en el epicentro de un movimiento constante, pero muchas veces caótico.
Más de 16 mil autos llenos de familias con menores y adultos mayores deben aguardar en su vehículo en el camino de alta montaña, esperando cumplir con el control migratorio, aduanero y fitosanitario de las autoridades chilenas. La situación ha sido denunciada por los mismos turistas, quienes dicen que junto a la espera el sector carece de baños, seguridad o asistencia ante emergencias.
“Horrible gestión. Entre las filas de horas para entrar a Chile, sumado a los conductores imprudentes que intentan adelantar por el otro carril, cortando el tránsito hacia Argentina también, porque solo hay dos pistas”, dice Gloria Martinoli. La mendocina dejó su hogar con su familia a las 7 horas del pasado viernes en dirección a Santiago. Pero recién pudo salir del control fronterizo a las 19 horas de esa jornada. ¿La razón?: “Más de 10 mil autos delante de uno, una fila de a lo menos 12 kilómetros”, esboza.
El fenómeno no es nuevo, pero se ha venido intensificando desde diciembre hasta estas semanas de enero debido al fortalecimiento del peso argentino y al esquema tributario que hace que los precios en Chile sean atractivos para los transandinos. Productos de tecnología, indumentaria y electrodomésticos están entre los principales motivos de la masiva venida a Chile. A eso se suma el tradicional movimiento de familias que buscan pasar sus vacaciones en las playas del Pacífico.
Según el registro de flujo de la Subsecretaría del Interior entregados a La Tercera, en los primeros 20 días de 2025 en el Paso Los Libertadores existe un aumento de un 59% (282.174) del flujo de personas en comparación a los primeros 20 días de 2024 (176.880), lo que significa una proyección al alza para febrero y marzo.
Un flujo que se mueve principalmente hacia Valparaíso: sólo en enero se tiene un monitoreo de 94.000 turistas a esa zona desde Los Libertadores.
Una situación que había sido anticipada por las autoridades argentinas, quienes a través de la embajada alertaron a los entes de control fronterizo chilenos entre octubre y diciembre para adoptar medidas para hacer frente a esta circunstancia, buscando evitar exponer a los turistas a prolongadas esperas en el control.
Para ello se solicitó a Chile garantizar la apertura de la totalidad de los 14 puestos de atención para usuarios particulares en Los Libertadores, así como también los seis del sector “patio mixto”, durante las 24 horas. Pero esto, según han analizado, no ocurrió.
La molestia fue comunicada por el propio embajador argentino, Jorge Faurie, quien el 18 de enero criticó el manejo del gobierno chileno: “Es un desastre cómo está funcionando la parte de presentación de documentos en el Paso Cristo Redentor”.
Según las autoridades chilenas la situación se ha ido regularizando en enero. Sin embargo, según conocedores del panorama en dicha embajada, así como lo han hecho ver diversos turistas transandinos, a partir de las 20 horas sólo opera el “patio mixto”, generando atochamientos y demoras.
Las medidas
Desde la Subsecretaría del Interior, liderada por Luis Cordero, aseveran estar pendientes de esta situación, por lo que se mantiene una comunicación permanente con los funcionarios del paso.
“Históricamente, el período estival presenta un aumento del flujo de tránsito internacional. Otro factor es el aumento del turismo de compra que ha producido un incremento en el flujo de ingreso al país desde Argentina en los últimos años. Cabe destacar que el tiempo de espera fluctúa dependiendo de la cantidad de mercancía y equipaje per cápita que deba ser revisado: a mayor cantidad, mayor tiempo de demora en la revisión, con el fin de asegurar un tránsito fronterizo legal y seguro”, explica el subsecretario.
De todas formas, dice, se adoptó un plan de contingencia, implementado por la Unidad de Pasos Fronterizos y los servicios controladores. Las medias -según autoridades chilenas- han logrado reducir los tiempos de espera en más de la mitad. “Dentro de estas están el aumento de dotación de jueves a domingo, logrando abrir 25 casetas para vehículos particulares, bajando notablemente los tiempos de espera. Además, se sumó la brigada canina, que permite agilizar la inspección de los vehículos”, suma Cordero.
A lo anterior se agregaron nuevos horarios de atención y promovido la digitalización de algunos trámites, como la declaración jurada del SAG y la aduana. No obstante, estas iniciativas parecen insuficientes a ojos de los argentinos, principalmente debido a la mecánica de los controles físicos, que incluye el descenso y revisión de la totalidad de los bultos que se encuentren en el automóvil, la apertura de tapa de motor y el uso de perros que se introducen al vehículo, lo cual demanda más de 20 minutos.
Según el embajador Faurie, la llegada de turistas argentinos representaría la inyección de mil millones de dólares a Chile. “Siendo el aporte que es al turismo la llegada de los argentinos que vienen por vía terrestre, sobre todo desde Mendoza, nos sorprende que no se puedan adoptar medidas más expeditivas, pese a que lo hemos pedido reiteradamente”, señala.
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