Presentan querella contra Hugo Montes por presuntos abusos sexuales y encubrimiento

Ante el 4° Juzgado de Garantía de Santiago, el abogado Juan Pablo Hermosilla, quien representa a exalumnos del colegio San Esteban, presentó una querella por presunto abuso sexual en contra del diácono Hugo Montes Brunet, Premio Nacional de Educación 1995. Además, en el documento se apunta contra de todos quienes resulten responsables por posible encubrimiento.

La acción legal se hizo efectiva luego de que en junio de 2018 el entonces fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias, allanara el Arzobispado de Santiago y sacara cerca de 40 expedientes de sacerdotes involucrados en caso de presuntos delitos sexuales.

Entre esos documentos estaba el expediente de Hugo Montes. En esta carpeta se detalla que el 6 de mayo de 2010 se abrió una investigación eclesiástica a raíz de una denuncia de un joven por presunto abuso sexual cometido por Montes, cuando era menor de edad, durante 2001. Meses más tarde se denuncia otro caso similar de eventual abuso, cometido en 1995 en contra de otro menor de edad, quien murió en 2004.

Uno de los jóvenes relató, según la denuncia, que cuanto tenía 15 años, y a dos semanas de haber entrado a estudiar al Colegio San Esteban de Vitacura, lo llamó el entonces rector, Hugo Montes, a su oficina para conversar sobre su situación personal y familiar. Según el joven, Montes lo abrazó y le dio un beso en la boca. Fue entonces cuando sonó el teléfono del rector y el menor, según relató, aprovechó ese momento para escapar.

El otro adolescente que también era alumno del mismo colegio, y murió en 2004, dijo que cursaba segundo medio cuando habría sido abusado por Montes en un paseo de fin de semana, en Pomaire. Varios de estos casos fueron abordados ayer, en un reportaje emitido por T13.

De acuerdo al expediente, en el informe de investigación previa, el sacerdote Raúl Hasbún, quien efectuó aquella indagatoria eclesiástica, destacó la postura de Montes. Señaló que el sacerdote se mostraba dispuesto a colaborar, pero negaba derechamente la connotación erótica que se le atribuyó a sus actos. Por esto, Hasbún concluyó que no existía fundamento suficiente para presumir la efectiva ocurrencia de un delito canónico imputable a Montes, con dolo o culpa grave. Según Hasbún, de todos modos las conductas de dudosa connotación deben precaverse y evitarse la reiteración.

Luego, de acuerdo al mismo expediente, el 7 de septiembre de 2012 en el decreto número 258/2012, el entonces arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati y el canciller de aquella época, Óscar Muñoz, dieron por concluida la investigación previa y ordenaron enviar los antecedentes a la Congregación para la Doctrina de Fe, en el Vaticano.

Además, resolvieron aplicar medidas "ad cautelam" (cautelares religiosas) sobre Hugo Montes. Entre ellas, la restricción del ejercicio público del ministerio diaconal y la fijación del domicilio en la Arquidiócesis de Santiago.

Después, se registra en el expediente que el 16 de agosto de 2016, Ezzati comunicó a Montes la decisión oficial de poner término a la ejecución de las medidas cautelares.

Hasta ahora, no existe un registro claro respecto del término de la investigación canónica contra Hugo Montes, que habría sido enviada al Vaticano, ni los alcances de su resolución.