Presidente de la Corte Suprema: “Ha llegado la hora de asumir el problema de las deudas de alimentos con visión sistémica y de largo aliento”

Este viernes a primera hora se llevó a cabo una nueva ceremonia de juramento de nuevos abogados ante la Corte Suprema.

El presidente del máximo tribunal, Guillermo Silva, aprovechó la instancia para dar su tradicional discurso con el que da la bienvenida a los egresados de derecho. No obstante, el magistrado aprovechó la ocasión para referirse a uno de los temas que ha impactado al Poder Judicial en las últimas semanas: las pensiones de alimentos.

Las deudas alimentarias comenzaron a visibilizarse luego de la tramitación del proyecto de ley que permite un retiro excepcional de un porcentaje de los fondos ahorrados por los cotizantes en las Administradoras de Fondos de Pensiones, ya que aumentaron significativamente los recursos presentados ante la justicia para retener dichos pagos contra alimentadores que no estén al día con sus pagos.

En su discurso, Silva afirmó que “los hechos ocurridos desde el año pasado han reflejado profundos problemas sociales que, estando latentes desde hace tiempo, han emergido con una fuerza y abundancia que a veces abruma. Pero eso, lejos de abatirnos, debe invitarnos a buscar soluciones, con las herramientas y la mirada que las ciencias sociales otorgan, sin perder el sentido de racionalidad que caracteriza al derecho”.

“Me parece importante invitarlos a mirar con perspectiva sistémica los grandes problemas a que nos enfrentamos, tomando distancia de las pulsiones que el evidente drama que está detrás de ellos nos puede provocar”, añadió.

Respecto al despacho del proyecto de ley de retiro de fondos previsionales, indicó que “nadie sospechó que una norma de esa reforma, que estableció excepcionalmente la posibilidad de retener esa suma por las deudas originadas por obligaciones alimentarias, provocaría una explosión de las pretensiones -plenamente justificada- de tantos alimentarios en razón de morosidades que asombran y avergüenzan”.

“Como suele ocurrir, la realidad mostrada por esta ola de expectativas y requerimientos espontánea, nos recuerda, como un vendaval, que el problema detrás de esas pretensiones trasciende, con creces, la sola contingencia actual. Esta necesidad ha reflejado, en realidad, la enorme deuda que en materia de alimentos tiene nuestro sistema en su conjunto, desde hace décadas”, sentenció Silva.

Sobre este punto, recalcó que “este es un problema sistémico, pues su solución está lejos de estar radicada en el solo empuje del Poder Judicial en su compleja fase de cumplimiento o de una reforma que sólo resalte las facultades y obligaciones del juez para ejercer actuaciones que, como en este caso, tiendan a asegurar el pago mediante la retención de los fondos previsionales de los deudores de alimentos”.

“Lo digo sin cavilaciones: creo que a pesar del delicado momento económico y social que vivimos, ha llegado la hora de asumir el problema de los alimentos, particularmente aquellos destinados a la mantención de niños, niñas y adolescentes, como un asunto de estado, con visión sistémica y de largo aliento. Desde luego, estamos disponibles para, desde nuestra experiencia, contribuir en las instancias creadas y que se sigan celebrando al efecto”, finalizó el ministro.