Priscilla Carrasco, directora del SernamEG: “No fuimos prioridad en el gobierno anterior ni en periodos anteriores”

PRISCILA CARRASCO
Priscilla Carrasco en su oficina del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género. Foto: Mario Téllez

La ex jefa nacional del Programa de Apoyo a Víctimas de la Subsecretaría de Prevención del Delito trabaja hace algunas semanas en un contexto relevante en temáticas de género e igualdad, y su prioridad es fortalecer el servicio y el trabajo con otras instituciones como Carabineros. "Queremos robustecer nuestra organización para poder brindar atención a las sobrevivientes de violencia”, dice.


Pese a que nunca se ha sentido llamada a militar por un partido en específico, Priscilla Carrasco se define como una “feminista de izquierda”. La psicóloga lleva poco más de dos semanas en la testera del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG), pero ya asumió los desafíos que enfrentará en los próximos meses y años, donde buscará fortalecer al equipo de trabajo encargado de apoyar a las víctimas de violencia de género, además de reforzar la atención legal, sociológica y social de las mujeres que sufran vulneración a sus derechos.

La ex jefa nacional del Programa de Apoyo a Víctimas de la Subsecretaría de Prevención del Delito asume en un contexto relevante en temas de género: de la mano de un gobierno que se declara feminista; la presencia de la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, en el Comité Político del Gobierno y la reciente aprobación de la Ley Antonia, proyecto que tipifica la inducción al suicidio y el suicidio femicida en Chile.

¿Cuál es su hoja de ruta?

Nuestro énfasis para estos primeros meses tiene que ver con el fortalecimiento de nuestro servicio en términos de su organización, sus funcionarios y funcionarias; organizacionalmente cómo nos preparamos para dar respuesta a esta misión que tiene el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género.

¿Cuáles son esas tareas?

En términos generales, el servicio tiene una organización de niveles centrales y también direcciones regionales. Cada uno de ellos tiene implementadas ciertas líneas de acción que son parte del servicio, que tiene que ver con violencia, con mujeres y trabajo, etc. Y lo que nosotros queremos hacer hoy es robustecer justamente la orgánica, la organización de nuestra institución para poder brindar efectivamente la atención que requieren mujeres que son sobrevivientes de violencia y fortalecer sus distintas autonomías.

¿Ese fortalecimiento está relacionado con un aumento del presupuesto de SernamEG?

Hay un esfuerzo y un énfasis puesto por nuestra autoridad, por la ministra, por la subsecretaria, quienes han trabajado en conjunto con el servicio para hacer una propuesta de mejora y de aumento presupuestario para el 2023 que justamente va en la línea de ir robusteciendo nuestra organización. Me refiero a nuestros equipos profesionales, que son quienes finalmente entregan posteriormente la atención y las distintas líneas de trabajo a mujeres que lo requieran.

¿Hay una estimación de este presupuesto?

Más que dar la cifra exacta, me parece que corresponde, dado que estamos en un proceso de discusión presupuestaria, señalar que es un aumento considerable el que estamos pidiendo hoy día al Ministerio de Hacienda para mejorar el servicio.

Una de sus líneas de trabajo se encamina a la implementación de casas de acogida para víctimas de violencia de género y trata de personas...

Las casas de acogida resguardan a las mujeres que viven violencia grave o que están en riesgo vital, por lo que son de ubicación secreta. Tenemos un dispositivo especial para mujeres víctimas de trata de personas y también se ha pensado en la posibilidad de mejorar esa oferta, entendiendo que hoy existe una situación de crisis humanitaria compleja que en el fondo genera escenarios de alta vulnerabilidad para mujeres y niños. Ahora estamos en un proceso de revisión para mejorar nuestros servicios y esto será posible a través de este aumento presupuestario que estamos solicitando.

¿Estos servicios hacen distinción entre chilenas y extranjeras?

No. Nosotros atendemos a todas las mujeres, independiente incluso de su situación administrativa en términos de regularidad o irregularidad.

Hay personas que critican este servicio porque dicen que puede ser muy burocrático en términos de denuncias y justicia para las víctimas de violencia de género. ¿Cómo vislumbra esa tarea?

Sí, ahí es donde la asesoría técnica del Banco Mundial nos va a entregar luces de cómo ir optimizando estos procesos. Aquí es importante contar con sistemas integrados de información con las instituciones que forman parte, porque lamentablemente una mujer que interpone una denuncia tiene que pasar por varias instituciones y es ahí donde varias de ellas desertan; no confían en el sistema porque no es amigable, es súper hostil. Entonces por eso es tan importante el trabajo colaborativo coordinado con todas las instituciones. Carabineros es un aliado, tiene que ser nuestro aliado para este trabajo, el cómo atendemos, cómo recibimos desde la denuncia hasta el proceso que podemos llevar a cabo en términos de reparación.

¿Cuál será su sello distintivo como nueva directora nacional de SernamEG?

Creo que ese es un ámbito complejo y difícil, sobre todo cuando llegas a una institución tan relevante como esta y te encuentras con un diagnóstico bien deprimido en términos de lo que es la organización.

¿Por qué lo define como “deprimido”?

Porque creo que es un servicio que efectivamente no tuvo el énfasis que requería por la temática que abordamos en la administración pasada. Y desde esa perspectiva nos encontramos con equipos donde faltan profesionales, con equipos con un clima laboral que debe mejorar para poder trabajar en pos de las mujeres. Y ese es el foco. Yo diría que mi sello distintivo tiene que ver con generar una cultura basada en el buen trato. En la medida en que Sernameg y como equipos de trabajo estemos consolidados, trabajemos de forma coordinada, vamos a poder entregar una mejor atención a las mujeres que son sobrevivientes de violencia. Cuando asumí como directora me encontré con equipos deprimidos, con energía baja, con poca expectativa respecto al trabajo.

¿Por qué cree que se dio ese escenario de poca motivación?

Porque efectivamente estos temas no tenían la relevancia que deben tener en una sociedad moderna actual, que pretende avanzar en lógicas de equidad.

¿El SernamEG no tuvo la atención que necesitaba?

Creo que no fuimos prioridad en el gobierno anterior ni en periodos anteriores. Nosotros estamos avanzando y queremos instalar esta cultura de buen trato al interior de nuestro servicio, entre nuestros funcionarios y hacia fuera basada en el principio de las lógicas de igualdad y equidad. Pensamos nuestro servicio en clave de equidad para alcanzar esa igualdad sustantiva que requerimos para contribuir a una sociedad que sea mucho más igualitaria, mucho más solidaria y equitativa entre los géneros.

El Presidente Boric anunció en su cuenta pública la implementación de un gobierno feminista. Una de las primeras acciones que se tomó fue la creación de asesoras de género en cada ministerio. ¿Ustedes como SernamEG tienen contacto con esas asesoras?

Ese es un tema que principalmente lo lleva el Ministerio a través de una de sus divisiones específicas que aborda los temas de transversalización de género. Son asesoras que están desplegadas por todos los ministerios y por toda la institucionalidad del Ejecutivo y lo que hacen es velar porque todos los programas y proyectos que lleva y las políticas que se llevan a cabo en cada uno de esos ministerios contenga enfoque y perspectiva de género. Ellas ya llevan un tiempo considerable de trabajo en esa materia, están permeando al interior de esas institucionalidades con los temas específicos de cada uno de los ministerios con esta mirada de género.

Esta es la primera vez que el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género forma parte del comité político. ¿SernamEG ha planteado propuestas a la ministra Orellana?

Como servicio hemos mantenido una vinculación y coordinación permanente con la ministra Orellana. Este es un servicio relacionado directamente con el ministerio, tanto con ella como con la subsecretaría. Y por cierto que la ministra hoy forme parte de ese comité político es una oportunidad para nuestro servicio y para las temáticas de género, porque lo que se está haciendo con aquello es que se visibilizan estos temas, se han puesto sobre la mesa y por cierto que va a permear tanto al servicio como a las distintas políticas públicas del Estado.

Uno de los principales lineamientos que se propuso fue la implementación de la Ley Integral Contra la Violencia de Género. ¿Puede haber un avance en torno a esta legislación?

Dado este escenario, para nosotras es una oportunidad de poder visibilizar nuestros temas en términos de las inequidades que existen entre hombres y mujeres, de poder instalar esta temática en la agenda pública. Por cierto, la ley que tú mencionas es efectivamente, hay un interés, una intención, un énfasis por trabajarla y abordarla, y esperamos que el escenario nos permita sacarla lo antes posible.

¿Esta ley es suficiente para frenar la violencia de género?

Siempre las políticas públicas y las leyes son perfectibles. Creo que sobre eso tenemos que partir porque evidentemente no aborda todos los espacios ni todos los casos que uno quisiera. Por lo tanto, teniendo esa expectativa clara, creo que es un tremendo avance para nuestro país, para las mujeres, para las niñas, para nuestra sociedad que exista una ley con las características que hoy se están pensando, donde se incorporan distintos elementos y donde se están discutiendo aspectos que son necesarios de considerar. Por cierto, nosotros también como SernamEG formamos parte de esa discusión para la elaboración de una ley que considere todos los ámbitos que requerimos hoy como sociedad frente a la violencia y de erradicación de la violencia de género.

Esta semana quedó en evidencia una falla en el sistema de tobilleras electrónicas que brindarían protección real a las víctimas de violencia intrafamiliar, monitoreando a los agresores. ¿SernamEG puede contribuir a solucionar este problema?

Frente a estos escenarios, creo que estamos en un momento de revisar, de coordinar y hablar con las instituciones que administran justicia, con los equipos que atienden a mujeres que son víctimas de violencia extrema, para revisar su funcionamiento, para evaluar su pertinencia, para ver su impacto. Porque efectivamente son medidas que son necesarias de revisar en términos de si tienen impacto significativo en lo que pretenden hacer, que efectivamente es evitar situaciones de violencia y de riesgo para las mujeres que han sido víctimas.

Pero esta medida ya lleva cinco meses de cumplimiento y aún así presenta fallas graves en su ejecución. ¿SernamEG puede intervenir?

Directamente nosotros no tenemos potestad para actuar directamente sobre la tobillera misma. Pero sí, por cierto, nosotros como servicio tenemos la posibilidad de coordinarnos con las instituciones de administración de justicia para hacer una revisión y una mirada al conjunto del impacto que tienen estas medidas.

Según datos del Ministerio Público, 131 mujeres han sido víctimas de femicidio entre 2020 y el primer semestre de 2022. ¿Qué se puede hacer frente a este grave problema de violencia?

Como servicio condenamos estos hechos de violencia grave contra las mujeres. Sabemos que es una prioridad en términos de las medidas que debemos tomar en distintos ámbitos y que debemos potenciar aspectos relacionados con la prevención de situaciones de violencia. Y para eso hoy día como equipo contamos con el apoyo y la asesoría técnica del Banco Mundial, donde estamos haciendo una revisión respecto de esta hoja crítica que nos va a permitir contar con elementos mucho más precisos para tomar medidas en situaciones como femicidios frustrados, atentados y consumados y así tener las coordinaciones con las instituciones que requerimos para que esa cifra no sigan aumentando.

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