Providencia: Denuncian pésimas condiciones de vida de inmigrantes en vivienda irregular de la comuna
Para proteger la seguridad de los afectados, la alcaldesa Matthei anunció un recurso de protección a favor de las personas que habitan el lugar.
La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, denunció esta mañana las pésimas condiciones de hacinamiento en que vive un grupo de alrededor de 180 personas, quienes arriendan pequeñas habitaciones con baños compartidos en una casa de dos pisos de calle Bellavista y que según la edil presenta un peligro latente de sufrir un incendio, debido a la gran sobrecarga de los medidores eléctricos.
"Si hay aquí un incendio puede morir mucha gente, porque está lleno de artefactos enchufados, como microondas, hervidores y lavadoras, y el sistema eléctrico no está hecho para esta carga. Y no hay por donde escapar. Esto es una acción criminal de unos desgraciados, que realmente arman un negocio de esta manera", dijo la autoridad edilicia.
Agregó que por concepto de arriendo, el administrador, que corresponde, según Matthei, a la empresa comercial Jadue y Compañía, "recauda, por lo menos, $10 millones mensuales por 60 piezas". Para salvaguardar la seguridad de los habitantes del lugar, la alcaldesa anunció que el municipio presentará mañana un recurso de protección a favor de ellos.
"Eso nos da entre 30 y 60 días para poder ayudarlos. Hablaremos con autoridades de Gobierno para ver qué podemos hacer juntos y así, solucionar un verdadero drama, generado por alguien que claramente merece un castigo mucho mayor que un par de partes", agregó la alcaldesa de Providencia, quien detalló que en el lugar viven bolivianos, peruanos y algunos chilenos.
Detalló que la propiedad ya tenía una orden de demolición, pero que el juez de policía local aún no entrega la orden para el uso de la fuerza pública, que posibilite el desalojo. Según la autoridad, esta situación se dilató desde la administración anterior de Josefina Bilbao. Para tal propósito, el municipio recurrirá a la Corte de Apelaciones.
Consultada sobre la existencia de un catastro de viviendas con problemas similares en la comuna, Matthei dijo que en la actualidad no hay un registro, así como tampoco hay cifras definidas sobre inmigrantes de otros países que vivan en Providencia. "Probablemente, a propósito de que esto salga en las noticias, vamos a recibir muchos otros casos", añadió.
Evelyn Matthei recordó que el fin de semana pasado hubo un incendio en una casa del sector Santa Isabel, con cerca de una treintena de personas viviendo en un lugar, que al igual que este caso, no cumplía con ningún tipo de norma de obra. "Este caso es aún más dramático", sentenció la alcaldesa.
"Claramente, aquí una persona inescrupulosa, que está lucrando a costa de migrantes, arriesgando la vida de ellos y de sus familias. Es bastante penoso que una persona ofrezca estas condiciones a gente vulnerable", sentenció. Respecto de este tema, adelantó que se pondrá en contacto con la Intendencia, para coordinar acciones a seguir.
La autoridad anunció que se constituirá un equipo social, para hacer un levantamiento de datos de las personas que viven en el lugar, su situación laboral y familiar. De esta forma, "se buscarán soluciones de acuerdo a la realidad de estas personas y se trabajará con distintos organismos públicos y ONG's, para sacar a los casos más críticos" señaló.
Dos personas, que habitan en el lugar, se refirieron a sus condiciones de vida. Juana Mendoza (42), separada, tres hijos de 14, 8 y 2 años y que proviene de Ancash, Perú, señaló que paga $ 160 mil mensuales y que "los baños son compartidos y se inundan". Ella vive en el país desde hace 20 años y habita en la casa desde el 2012.
Por un pasillo del inmueble, a un par de metros de distancia de la habitación de Juana, se encuentra Neptalí Collantes (55), de Cajamarca, Perú, que también habita en una pequeña habitación, por la que paga $ 150 mil "que es caro". Aclara que él viene de paso en esta época, por segunda vez, para confeccionar vestuario fino de huaso con motivo de las Fiestas Patrias.
Según Ricardo (46), locatario que trabaja hace ocho años en el sector, la vivienda de dos pisos correspondía a una clínica veterinaria, con una piscina en desuso en la azotea. Apuntó a condiciones de insalubridad, debido a la sobrepoblación de la casa "con niños, bebés y animales", situación que se ha visto, según manifestó, desde hace cinco años.
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