Tras casi dos años de ausencia producto de los encierros derivados de la pandemia, los overoles blancos están de vuelta. Y es que el fenómeno de personas vestidas con traje blanco que realizan actos violentos y que se hizo conocido a mediados de septiembre de 2018, se revivió este lunes, cuando un grupo de estudiantes del Instituto Nacional junto a otros sujetos vestidos con esa prenda provocaron la interrupción del tránsito en la Alameda en dirección al oriente, cerca de calle Arturo Prat.
Mientras se desarrollaban las protestas, personal de Control de Orden Público de Carabineros actuó con carros lanzagua y gases lacrimógenos para dispersar a los participantes. Fue ahí cuando algunos encapuchados, varios de ellos vestidos con overoles blancos, arrojaron artefactos incendiarios al personal policial apostado en las afueras del establecimiento, por calle Arturo Prat. Allí mantenían una fogata como barricada para impedir el desplazamiento de los vehículos policiales.
Durante los enfrentamientos, uno de los vehículos de Carabineros fue atacado con una serie de bombas molotov en su carrocería, las que eran arrojadas por los sujetos de overol. El fuego fue apagado posteriormente con carros lanzagua.
“Condenamos enérgicamente las acciones violentas ocurridas esta mañana en el Instituto Nacional. Debido a esto, las clases de la mañana (martes) se suspendieron y en la tarde se retomarán de forma online”, señaló a La Tercera Rodrigo Roco, director del Departamento de Educación de Santiago (DEM).
Desde el municipio liderado por Irací Hassler (PC) cuentan que tomaron la determinación de realizar una denuncia ante la Fiscalía “por vulneración del derecho de las y los estudiantes a la educación”, según detalló el propio Roco. Con ello, añadió, “queremos proteger a nuestras comunidades y a la formación en presencialidad que tanto ha costado recuperar durante la pandemia”.
Por otro lado, una persona que participaba de la protesta fue alcanzada por el fuego de la fogata que los encapuchados mantenían para encender las bombas molotov. “Tenemos un estudiante que resultó con quemaduras”, reveló la misma autoridad educativa municipal, quien agregó que “por fortuna las heridas son de menor gravedad y hemos procedido a dar aviso a sus padres”.
A dos meses del retorno a clases presenciales, las autoridades están en alerta por la participación de estudiantes secundarios de colegios emblemáticos en acciones de vandalismo. A la fecha, el Internado Nacional Barros Arana, el Liceo de Aplicación y el Instituto Nacional concentran hechos de violencia en el presente año y este último ayer amaneció tomado.
Las consignas
Pero, ¿qué originó esa toma que terminó en la protesta violenta? Según detallan sus consignas, exigen una serie de mejoras en la calidad de su educación, en infraestructura y acusan falta de personal educativo en el establecimiento. Dentro de ese detalle, piden mejor educación sexual, “condiciones mínimas para estudiar, acusan falta de protocolos, falta de inclusión de las disidencias sexuales y exigen una educación no sexista ni patriarcal”. Por ello, anunciaron una marcha hasta la Municipalidad de Santiago para este martes 26 de abril. Diego Jaque, presidente del Centro de Estudiantes, explicó que el colegio fue tomado por la jornada en una acción de fuerza que usarían “para planificar las movilizaciones que vamos a tener durante la semana”.
Sin embargo, los dirigentes del alumnado han debido lidiar con grupos más radicales que incluso destruyeron instalaciones del Centro de Estudiantes hace una semana, tras auto convocarse para tomarse el colegio ese día. Esto, además de los actores externos -muchas veces adultos- que según diversos cercanos al Instituto Nacional se involucran y aprovechan estas instancias de protesta para generar violencia.
Irací Hassler, alcaldesa de Santiago, se refirió a lo ocurrido, señalando que “los hechos de violencia ocurridos fuera del Instituto Nacional son absolutamente condenables”. La autoridad comunal dijo que seguirían trabajando “por recomponer nuestras comunidades educativas en base al diálogo y avanzar en condiciones dignas para nuestros estudiantes”.
Desde Santiago, en tanto, el encargado de la educación municipal contó que desde que se retomó la presencialidad “docentes, asistentes de la educación y directivos del IN y profesionales de la DEM, hemos estado trabajando en la resocialización y recuperación de los vínculos. El país está en una situación de violencia en varios ámbitos y lo que sucede en los liceos es también el reflejo de los procesos sociales”. Y cerró: “Para enfrentar la violencia se requiere un trabajo intersectorial e interministerial. Quienes estamos abocados a la educación no podemos ser los únicos llamados a trabajar en la violencia que vimos esta mañana (lunes)”.