Seremi de Salud Metropolitana fiscaliza útiles escolares y advierte sobre químicos en productos

Este miércoles, en el marco del retorno a clases, el Seremi de Salud de la Región Metropolitana, Gonzalo Soto, fiscalizó -en un local comercial en Recoleta- útiles escolares y entregó recomendaciones para la compra segura del material escolar.

Soto explicó que existen objetos de uso escolar que pueden contener químicos peligrosos para la salud de niños, niñas y adolescentes.

Por ello hizo un llamado a los apoderados a que “no compren útiles escolares en el comercio informal, no sabemos nada de la procedencia de estos productos y eventualmente pueden contener sustancias tóxicas y nocivas”.

“Desde la última semana de enero hasta la última de marzo se está desarrollando la campaña de útiles escolares, en la cual se fiscalizan las grandes empresas que distribuyen los útiles escolares en nuestra región”, precisó la autoridad regional de salud.

Según el órgano del Ministerio de Salud, se ha cubierto el 75% de las instituciones dedicadas a este mercado.

En esa línea, la entidad fiscalizadora señaló que los elementos escolares deben tener su respectiva etiqueta en español que dé cuenta de los componentes, razón social del importador o fabricante, dirección, edad recomendada y país de origen.

Además, aseguró que los útiles con advertencias de “uso en lugares ventilados” indican que no son realmente un producto que un menor de edad deba manejar.

Se mencionó también que la silicona líquida, “no es parte de un útil escolar” debido a que los líquidos adhesivos pueden contener solventes como el tolueno o metanol.

Aclaró que, en sí, se pueden vender en un establecimiento, pero su uso no es permitido para menores edad.

En el marco de la fiscalización, también pidió a apoderados denunciar en caso de observar una situación en la que no se cumpla con la normativa establecida. Esto a través de la página oficial de Seremi de Salud.

También indicó a la comunidad educativa que “es importante respetar la normativa chilena, en la cual no se puede pedir como útil escolar (…) cualquier producto que sea inflamable”.

Respecto a las pinturas de uso didáctico, especificó que las témperas y derivados pueden contener plomo, y que la fiscalización de estos elementos es con el fin de verificar que este químico no se encuentre en niveles perjudiciales para la salud.

Ante la inspección, si un producto no cuenta con las medidas decretadas por el gobierno, se podría cursar un sumario sanitario y en algunos casos se puede requerir que el producto se decomise y se detenga su comercialización, enviándolo a cuarentena hasta confirmar su certificación de procedencia.