31 Minutos vuelve a la TV en abril y estrena nuevos temas en sus shows de Lollapalooza

Desde noviembre, sus mentores graban el espacio en un galpón céntrico y con rutinas que se extienden hasta por 12 horas.




En las grabaciones para la nueva temporada de 31 Minutos, los personajes ya no son los mismos. Tulio Triviño luce una tercera oreja que se asoma por su nuca, Juan Carlos Bodoque muestra una larga cola roja que lo asemeja a un reptil y Juanín Juan Harry exhibe unas frondosas axilas fluorescentes. Alto: los tres protagonistas del noticiero no han cambiado su look para el retorno del espacio infantil. "Todo esto fue por el desastre nuclear que causaste", encara Bodoque al conductor del programa, recordándole alguna torpeza que provocó las grotescas mutaciones físicas que pronto se esfumarán.

Porque para la segunda vida de 31 Minutos, sus mentores no han establecido giros radicales ni cirugía profunda. "Queremos que parezca que no ha pasado ni un sólo año entre nuestra última temporada y lo que viene", define Alvaro Díaz, ya despojado de su rol de Bodoque.

"Nuestro objetivo es que sean algo así como capítulos que vienen enseguida de los últimos que hicimos. No intentaremos ser modernos, sino que al revés, anticuados como siempre fue 31 minutos", acota su socio creativo, Pedro Peirano, sin el tono relamido de Triviño y en alusión a uno de los hitos televisivos de este  semestre: la vuelta a TVN del programa infantil más popular de la última década, luego de un último ciclo fechado en 2005, de un monto de $ 89 millones asignado por los fondos del CNTV y de un arrastre que nunca descendió, gracias a sus recordados pasos por dos festivales situados en las antípodas, Lollapalooza y Viña del Mar. Un reestreno agendado para abril y que tendrá 12 capítulos, aunque aún sin día y horario de emisión.

Pero, más allá de los deseos de continuidad, la trastienda de esta cuarta temporada presenta cambios evidentes. "Las articulaciones ya no responden como en los primeros años y uno ya no tiene todo el tiempo del mundo como antes", advierte Díaz, aunque las transformaciones no sólo guardan relación con el vigor físico: desde septiembre, Aplaplac, productora del proyecto, decidió trasladarse a un extenso galpón situado en el sector de Avenida Matta, con el fin no sólo de montar el set del noticiero, sino que también reunir en un sólo sitio a toda la estructura técnica y humana que trabaja en torno al espacio.

"En TVN grabábamos detrás del estudio de otro programa y pasábamos más tiempo en el suelo, todo era mucho más gitano", recuerda Díaz en una de las nuevas oficinas de la firma, flanqueada por centenares de repisas con recipientes que guardan hasta los muñecos más minúsculos -todos con su debido nombre, algunos asomando brazos o piernas entre las ranuras de las cajas, casi como los juguetes de Toy Story inmovilizados antes la presencia humana-, mientras otra sala ejerce la función de taller y está destinada a la confección de los personajes.

Ahí, el equipo de 31 Minutos ha desplegado desde noviembre una rutina de largo aliento. Un promedio de nueve a 12 horas diarias de grabaciones, con acotadas pausas para almorzar y donde las escenas se repiten hasta una docena de veces, revisadas una y otra vez en un monitor por Díaz y Peirano. Todo registrado en la misma escenografía de noticiero y departamento de prensa inmortalizado desde su origen, con mínimas variaciones cosméticas.

En ese lugar, la secuencia donde los muñecos aparecen alterados por la radiación se registró en seis oportunidades. Un derrotero similar reportó el tramo siguiente, cuando el colorado conejo que oficia de periodista trata de "gallina" a Triviño, quien de inmediato aparece forrado con plumas, con un enorme pico con el que golpea el maíz desparramado en la mesa y cacareando al límite de la estridencia, en uno de los momentos más graciosos de la jornada.

Aunque la trama y las secciones seguirán enfocadas en las figuras clásicas, con las mismos intérpretes de las temporadas anteriores -como Jani Dueñas y Rodrigo Salinas-, el equipo del espacio reconoce que se incorporarán nuevos personajes, los que se definen por estos días. También habrá renovados segmentos, como un reality que replicará los programas de encierro que precisamente inauguraron su fenómeno local ese mismo 2003 en que empezó 31 Minutos. También se escuchará otra música: todas las canciones son nuevas y gran parte de ellas ya fueron grabadas por la misma banda con la que giran en vivo, integrada por Camilo Salinas, Pedropiedra y los hermanos Felipe y Pablo Ilabaca. Un proceso que supone la salida de un nuevo disco, aún sin plazos acordados.

Según sus productores, el plan es adelantar tres nuevas composiciones en el espectáculo con que volverán a los dos días de Lollapalooza. De hecho, desde el año pasado vienen mostrando el tema Mi mamá me lo teje todo, un aperitivo para el desafío mayor: reconquistar al público también desde la TV.

Peirano cierra: "Ha pasado un tiempo suficiente como para hacer esta nueva versión sin ninguno de esos miedos terribles. Si no es un gran hit, no me importa mucho, no existe esa presión. Siempre ha existido algo mucho más interno, de que nosotros nos sintamos más orgullosos de hacerlo, eso para mí es más importante que ponerse a pensar 'ay, ¿qué va a pasar?, ¿irá a ser un hit de nuevo', además que en rating nunca fue un suceso monstruoso, sólo teníamos un público fiel".b

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