A cinco meses de los Odesur, la nueva piscina del Estadio Nacional hace agua

El Gobierno alerta de grietas y hundimiento en la instalación. Los desperfectos asoman a poco del evento deportivo de marzo pasado.




Uno de los orgullos del deporte chileno en el último tiempo en materia de infraestructura es el complejo acuático del estadio Nacional. Construido para los juegos Odesur, las dos piscinas techadas y una al aire libre concentrarían la actividad de la natación y otras disciplinas acuáticas.

Pero no todo es perfecto. Literalmente, las grietas aparecieron y la piscina al aire libre mostró los primeros problemas de una parte del recinto inaugurado en noviembre por el Presidente Sebastián Piñera.

La minuta del Ministerio del Deporte sobre la piscina, a la que La Tercera tuvo acceso, habla de "algunos inconvenientes que se evidencian en descenso de los rellenos, de radier perimetral norte y roturas de tuberías de riego". Todo esto generó una grieta que se ve en una de las esquinas externas del recinto.

Y falta más. A unos diez metros de esa falla, en el pasto que rodea la pileta, el terreno está hundido. De hecho, la administración del estadio tiene cercada esa zona con cintas que dicen "Peligro".

La situación no es nueva. En agosto del año pasado, según detalla el mismo documento, se había hundido el terreno y se reejecutó el dren, dispositivo que permite la salida de líquidos. Pero no fue suficiente.

En mayo último se volvió a hundir el suelo, "además de un descenso de unos 3 cm en el nivel de pavimento en la playa del sector norte de la piscina, junto con desniveles en el camino de maicillo que la circunda por el nor-poniente".

El Ministerio, a través de la División de Planificación y Desarrollo del IND, inició una auditoría técnica para saber la razón. "Debemos definir por qué pasó esto. Creemos que se debió a un problema en la compatación del suelo y para eso solicitamos a la constructora GHG la fórmula de compactación", explica Sergio Arévalo, jefe del departamento.

En la constructora, en cambio, dicen que el tema es algo menor. "No tiene ningún efecto sobre la piscina. No hay nada que la comprometa. Es como arreglar una cerámica de una casa", asegura el gerente técnico de GHG, Waldo Urquiza.

La auditoría técnica, que estará lista en un par de semanas, determinará la razón de los dos problemas visibles de la piscina. Hay un pero: en septiembre vencen las cinco boletas de garantía, de 11 millones de pesos cada una. "Con el informe veremos si GHG repara o cobramos las boletas", dice Arévalo.

Con la auditoría no sólo se sabrá qué pasó, sino que se determinará otro punto. "Estamos viendo que no fue sólo este problema, sino que hubo cambios en el proyecto, respecto del diseño. Debemos ver esos cambios, si fueron pedidos por el IND o por la constructora", explica Arévalo.

Y hay más, agrega Arévalo. "Hay un problema de inspección. Si efectivamente el terreno no se compactó debidamente, no debió ser recibido ese suelo". Esa supervisión correspondía al IND, "pero no exculpa a la constructora. Si hubo cambios de compactación de terrenos, debemos saber por qué se aprobó eso sin pedir esos cambios", añade.

¿Y por qué pasó esto? "Una de las hipótesis que tenemos es que se entregó muy apresurado", dice Arévalo. La ministra Natalia Riffo concuerda en parte: "Puede que haya sido apurado, pero es preliminar, no tenemos todos los antecedentes aún".

La secretaria de Estado sabe de estos problemas. "Desde mayo que monitoreamos los trabajos y ya estamos revisando todo", dice y reconoce que esto es lo más grave de las nuevas instalaciones deportivas para Santiago 2014. "El resto son cosas relacionadas con mantenciones, como algunas goteras en el Polideportivo".

Y dentro del complejo, hubo otro inconveniente: una filtración de agua desde la piscina techada hasta los trabajos del metro. Aunque se creía que podía ser un problema estructural, se comprobó que fue una cañería de la red de riego que cedió. "Esto ya fue solucionado", afirman.

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