Alta sintonía y un centenar de denuncias al CNTV marcan programación especial por los 40 años del golpe

Chile: imágenes prohibidas (CHV) recibió 270 quejas por "promover el odio" y "emitir una visión sesgada". Ecos del desierto (CHV), 11 íntimo (Canal 13) y El día después (Canal 13) lideraron el rating.




El 14 de agosto debutó el programa Chile: imágenes prohibidas, una de las apuestas de Chilevisión enmarcadas en los 40 años del golpe de estado ocurrido el 11 de septiembre de 1973.

El proyecto, conducido por el actor Benjamin Vicuña, rápidamente se posicionó entre los programas más vistos en el prime: desde su estreno, el espacio promedió 18,7 puntos de rating en sus cuatro capítulos, donde se mostraban grabaciones inéditas de hechos ocurridos en dictadura, entrecruzadas con las historias de sus protagonistas.

La sintonía, sin embargo, se cruzó con un centenar de denuncias al Consejo Nacional de Televisión (CNTV), que recibió 270 reclamos que se dividían en dos: promover "el resentimiento, el odio, la violencia y la división social", además de presentar "una visión sesgada de la historia con un marcado énfasis en la figura de Allende y con intenciones político electorales", según indicó el Consejo.

Sin embargo, de ellos, solo 95 fueron acogidos a tramitación para ser analizados por la entidad y evaluar si ello puede traducirse en una sanción para el canal privado.

"El consejo se ha pronunciado y no ha dado acogida a muchas de esas denuncias", señaló  a La Tercera Pedro Azocar, editor general del programa. "Este proyecto no pretende ser la verdad, es una mirada a partir de un cúmulo de imágenes", agregó el editor durante la emisión del programa.

El resto de los programas alusivos a la fecha no alcanzó reclamos considerables. El programa de Canal 13 Los 1000 días recibió 2 denuncias por presentar "una visión sesgada de la historia  con una preocupante liviandad investigativa. Se presentan contenidos que incentivan la violencia y el desorden público". Las razones argumentadas por los denunciantes tampoco recibieron acogida.

La serie del cineasta Andrés Wood, Ecos del desierto (CHV), recibió una denuncia por afectar "la dignidad y honra de una persona aludida, afectando procesos judiciales, presentando una visión sesgada de la historia". La única queja sí fue acogida por el Consejo. "Creo que es importante que la TV contribuya al debate. Para mi es importante contar estas historias para no ayudar a que no se olviden. Las nuevas generaciones las leen más limpiamente y eso es lo que finalmente vale", señaló Wood.

Jaime Sepúlveda, productor ejecutivo del área de Proyectos Especiales de Canal 13 señaló a La Tercera: "Siempre existe la tendencia de negar los conflictitos, mirar para otro lado porque nos duele, pero hay una buena intención: como canal es necesario recapitular hasta que cicatricen de buena forma". Sobre el mismo tema, Paz Egaña, productora ejecutiva del área cultural de TVN señaló: "Estoy feliz que la gente tenga derecho a opinar. (…) Es necesario que la gente converse. No tengo problemas con las criticas", concluyó.

Con todo, la programación especial recibió una alta sintonía: a Ecos del desierto (17,3 puntos promedio) y Chile: imágenes prohibidas (18,7), se suma 11 íntimo (16,5) y El día después (14,6), ambas de Canal 13, según cifras de Time Ibope.

EL ÉXITO DE WOOD

"Gracias a la perseverancia y esfuerzo de muchos, hemos logrado saber la verdad de lo ocurrido", señaló la misma Carmen Hertz al finalizar el último capítulo de Ecos del desierto.

Las declaraciones de Hertz dieron fin a la millonaria producción que relató la historia de la abogada que a los 26 años, perdió a su marido Carlos Berger en manos de la operación militar conocida como la Caravana de la muerte (1973).

"Estamos muy contentos con la recepción de la gente. (…) Pienso que la misma programación de calidad que se dio las semanas previas ayudaron a crear el interés en la miniserie", señaló su creador, Andrés Wood, a La Tercera.

Al finalizar su emisión, el cineasta analiza: "En lo personal, las situaciones de violencia me costaron, porque había que buscar el tono preciso para la serie y para la TV". E hizo sus críticas. "Nos quedamos cortos en relación a la crudeza de los relatos de los testigos (soldados). Además es difícil ficcionar, en medio de la verdad de los hechos, las vidas personales (necesario dramáticamente). Eso es importante que la gente lo entienda, esto no es un documental, por lo tanto la vida personal de Carmen y de los otros protagonistas es inventada", concluyó.

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