André Rieu: el silencioso fenómeno que reunirá a 40 mil personas en Chile

No tiene la estampa romántica de Luis Miguel, ni el verso amatorio de Ricardo Arjona, ni la frescura juvenil de Justin Bieber. Pero el violinista holandés André Rieu, a los 63 años y bajo una propuesta que hermana música orquestal con espectáculo para las grandes masas, lucirá desde esta temporada casi las mismas marcas de popularidad que reportan sus pares de la balada y el pop adolescente: entre el jueves 30 y el 2 de junio, el músico ofrecerá cuatro conciertos en Movistar Arena.

Los organizadores, la productora DG Medios, precisan que cada presentación contará con un aforo de 10.500 personas, por lo que se estima que totalizará cerca de 42 mil: ya se han vendido 36 mil. A modo de paralelo, Rieu iguala el récord de Luis Miguel, quien en 2010 también asestó cuatro recitales en el recinto, y sólo queda por debajo de Arjona, que dos años después hizo seis en el mismo escenario.

Mirando este año, hasta ahora sólo The Cure -con los 50 mil seguidores que reunió en abril, en el Estadio Nacional- lo supera en público para un show en solitario, por lo que el hombre del pelo suelto, los valses y las marchas se ubicará fácilmente entre los nombres más convocantes de la temporada.

"El ha creado un tipo de música que hace muy bien, que tiene mucho marketing y que llega con facilidad a públicos más masivos. Es un estilo medio hollywoodense", apunta Oscar Ohlsen, académico y conductor de Radio Beethoven. Pese a que despierta alergia en los más puristas, el también director de orquesta ha fabricado una puesta en escena cercana al show de variedades, cruzada por cierto relajo y sentido del humor, más propio de los crooners y con piezas del repertorio universal, como Bolero, de Ravel, o el Ave María, de Schubert, sumando himnos propios de cada país (en Brasil hasta se atrevió con el hit veraniego Ai se eu te pego, de Michel Teló).

Pero si se trata de cifras, hay otra tan llamativa como su convocatoria: el boleto más oneroso para sus cuatro shows cuesta $ 690 mil (incluye cargo por servicio), convirtiéndose en la entrada más cara cobrada en el país. Hasta ahora, el récord lo tenía Paul McCartney, quien para su visita de 2011 pidió $ 532 mil por las ubicaciones más exclusivas. El mismo ex Beatle cobraba poco más de $ 1 millón por un paquete que incluía observar su prueba de sonido, pero se comercializaba fuera del sistema local de venta (se podían adquirir a través de su web).

En el caso de Rieu, su boleto más VIP -hay sólo 100 por cada concierto- también arroja una oferta inédita para la cartelera nacional, ya que, aparte de la prueba de sonido, incluye una cena previa -en una sala habilitada en el mismo Movistar Arena y con un menú coordinado por el artista- y una foto con él, compartir con su orquesta y presenciar el backstage. Hasta ahora, se ha vendido la mitad de tal modalidad, y para su última cita, el 2 de junio, esas ubicaciones están agotadas.