Angustia y ansiedad, lo que afecta a los damnificados de los incendios

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Personal de la PDI ha viajado a zonas afectadas, realizado capacitaciones a los encargados de los albergados y atendiendo a las personas que lo han requerido.




Los daños que han dejado los mega incendios forestales que han azotado a varias regiones del país son amplios. Miles lo han perdido todo y quizás no por primera vez, por lo que el impacto emocional que esto tiene es bastante grande.

Teniendo en cuenta aquello, un grupo de profesionales del Instituto de Criminología de la Policía de Investigaciones, viajó a zona afectada, buscando levantar información referente al estado emocional de los damnificados, intentando contribuir a la superación de estos eventos que en ocasiones resultan muy traumáticos.

"Nuestra misión es prestar lo primeros auxilio en términos psicológicos", dijo a La Tercera el comisario Gonzalo Ulloa.

La misión que él ha emprendido junto a otros seis funcionarios, ha incluido visitas a albergues y puerta a puerta, donde han realizado capacitaciones a los encargados de los albergados y atenciones a las personas que lo han requerido, tanto niños como adultos.

"Aquí lo más importante es que las tareas sean organizadas, ya que hay una sobre intervención", contó Ulloa, agregando que por ello han ido directamente a coordinar con los encargados.

"Somos de Santiago, no conocemos en profundidad los sectores, por eso nos coordinamos con los albergues para poder, en base a esa información, entregar la asistencia que se requiere", comentó.

En ese sentido, el comisario explica que en términos generales se aprecia en la población afectada un fuerte estrés emocional, acompañado de angustia y ansiedad. "Muchas veces tiene una fuerza anímica bastante decaída y eso es el motor que da las ganas de salir a delante, por eso tenemos que ser estratégicos e ir planteando metas a corto plazo", detalló.

En cuanto a los niños, Ulloa asegura que también presentan estos síntomas, pero que no lo expresan verbalmente, sino mediante conductas.

"Los niños muchas veces no dimensionan la magnitud de lo que están viviendo y no lo expresan a través de las palabras, sino que por medio de acciones, son niños que garabatean y que están muy irritables", puntualizó.

Debido a que la superación de este tipo de vivencias es algo que toma tiempo, el experto es claro en sostener que la institución de la que el forma parte, seguirá mandando gente a las unidades, puesto que es un evento que "nos avoca al 100%".

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