Armas suecas en manos de Farc agravan la tensión entre Colombia y Venezuela
El Gobierno de Suecia confirmó hoy que varios lanzacohetes producidos en ese país e incautados recientemente a la guerrilla fueron vendidos a Venezuela a finales de la década de los ochenta.
La confirmación de que las Farc obtuvieron potentes armas que Suecia había vendido a Venezuela ha llevado a un agravamiento de las tensiones entre los gobiernos de Hugo Chávez y Alvaro Uribe.
El Gobierno de Suecia confirmó hoy a medios colombianos que varios lanzacohetes producidos en ese país e incautados recientemente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) fueron vendidos a Venezuela a finales de la década de los ochenta.
"Pudimos confirmarlo a través de los números de los seriales, en cooperación con el Gobierno de Colombia", explicó a la emisora La W el ministro sueco de Comercio, Jens Ericsson, quien agregó que las armas corresponden a un lote vendido a Venezuela "hace 20 años".
Ericsson indicó también que Suecia todavía no ha recibido respuesta oficial de Venezuela a sus peticiones de información sobre cómo esas armas pudieron caer en manos de la guerrilla colombiana.
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, señaló hoy que el Gobierno de su país responderá "cuando sea el momento oportuno", "a esta nueva mentira".
De los lanzacohetes se supo el pasado fin de semana por el presidente colombiano, Álvaro Uribe, quien señaló que su Gobierno había verificado que grupos terroristas habían adquirido ese tipo de armamento "en los mercados internacionales" y por ello presentó una queja "a través de los canales diplomáticos ante los respectivos países", a los que no citó.
Según dijo hoy Maduro, Colombia trata con esas acusaciones de "escurrir el bulto" y de culpar a los vecinos de su conflicto armado interno.
Maduro fue más allá al aseverar que esa "campaña" contra Venezuela busca "justificar lo injustificable", en alusión al acuerdo que Colombia negocia con Washington para permitir a Estados Unidos el uso de sus bases militares.
Lo "injustificable", según Maduro, "es la intención de instalar cuatro bases militares, concesión de territorio suramericano colombiano a tropas estadounidenses, con inmunidad (...) para traer armamento de guerra del más sofisticado y peligroso (...) a esta Suramérica en paz".
Fue precisamente el acuerdo militar que Colombia negocia con Estados Unidos el que llevó al presidente venezolano, Hugo Chávez, a anunciar una "revisión integral" de las relaciones con su vecino, al considerar ese convenio como una "amenaza".
El cruce de declaraciones y acusaciones entre autoridades de ambos países ha sido casi diario desde entonces.
El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, pidió a sus vecinos que respeten el principio de no injerencia en asuntos internos y puso como ejemplo que el Gobierno de su país no se pronunció cuando fuerzas navales de Rusia y Venezuela hicieron ejercicios en el Caribe.
En respuesta, Chávez lo acusó de estar "fuera de foco" al equiparar la negociación de la presencia militar de EE.UU. en bases de Colombia con las relaciones de cooperación de Venezuela con Rusia o China.
Según Chávez, quien también ha anunciado que duplicará sus batallones de tanques dada la constante "amenaza" imperialista de "invadir" Venezuela, Estados Unidos intenta convertir a Colombia en el "Israel" de América Latina.
La relación comercial entre Colombia y Venezuela también se resiente por el conflictivo panorama y la cámara de integración bilateral (Cavecol) prevé que el intercambio entre los dos países cerrará este año en unos 5.000 millones de dólares, frente a los 10.000 millones inicialmente previstos.
Además, Colombia se queja de la falta de avances en el acuerdo firmado con Venezuela en abril pasado para permitir la exportación de 10.000 automóviles a ese país.
Y en las constantes tensiones de Colombia con Ecuador, países que no tienen relaciones diplomáticas desde marzo de 2008, Venezuela se ha puesto siempre la lado del segundo.
El último ejemplo se ha dado a raíz de la difusión, el 17 de julio, de un vídeo en el que el jefe militar de las Farc, Víctor Julio Suárez Rojas, alias "Jorge Briceño Suárez" o "Mono Jojoy", deja entrever que los rebeldes financiaron en 2006 la campaña electoral del presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Chávez dijo la semana pasada que eso es una "gran falsedad" y contraatacó asegurando que lo que sí está comprobado es que el narcotráfico ha financiado a numerosos políticos colombianos.
En un comunicado difundido hoy, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) niegan "tajantemente haber entregado dinero a ninguna campaña electoral de ningún país vecino" y afirma que "Washington y Bogotá manipularon un vídeo de las Farc sacando de su contexto el documento" con objeto de "agredir" a Correa.
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