Arte islámico, indígena y armaduras samuráis: las cartas del Centro Cultural La Moneda

"No ha sido un año fácil", dice Alejandra Serrano, directora del Centro Cultural La Moneda. Las dificultades no se han generado desde la programación o el público; de hecho, este año las visitas totales al centro sumaron 810 mil personas, 15% más que en 2013. El problema, cuenta Serrano, fue retener a los auspiciadores: "La empresa privada ha estado inestable en sus políticas de fomento a la cultura. Creo que pueden deberse a efectos políticos, la aprehensión por la reforma tributaria y el cambio de gobierno. Se nos hizo difícil financiar las muestras de 2014 y terminamos el año con déficit, cosa que no nos había pasado en bastante tiempo".

Para este 2015, sin embargo, Serrano ve el panorama más auspicioso. Acaba de cerrar los acuerdos  necesarios para traer del extranjeros tres importantes muestras del arte mundial que cargarán de diversidad la cartelera.

El 15 de enero se inaugura la primera: Arte islámico, proveniente del Museo de Arte del Condado de Los Angeles (LACMA), y que trae a Chile por primera vez más de 200 objetos que recorren las tradiciones y religiosidad de una cultura que ha llegado a extenderse ampliamente a Africa, Europa y Asia. Alfombras persas, cerámicas pintadas a mano, manuscritos y volúmenes, como un Corán del 1600, estarán la muestra. "En Chile hay culturas respecto de las cuales tenemos aún mucho desconocimiento y prejuicio. Esta es una cultura con una tradición impresionante  y que hoy, por temas de contingencia, no es valora como se debería", dice la directora.

En 2007, Serrano llegó al CCPLM tras una década al mando de Balmaceda 1215. Desde entonces, su política institucional ha sido gestionar exposiciones que aproximen a Chile la realidad de culturas lejanas, al mismo tiempo que fomentar la identidad regional. Así, en estos siete años, algunas de las muestras  más destacadas han sido Grandes modernos, que trajo en 2013 la colección de Peggy Guggenheim desde Venecia; El universo de la India, en 2011; Los guerreros de terracota, en 2009, y las obras de Frida Kahlo y Diego Rivera, en 2008. "Siempre programamos una gran exposición que venga desde muy lejos, junto a una de carácter regional y otra propia. Así se equilibran los esfuerzos editoriales y de recursos", señala Serrano  sobre el modelo de gestión que se basa en tres pilares: recursos del Estado, auspicios privados y autogestión.

En 2014, los gastos del CCPLM fueron de $ 2.196 millones, de los cuáles  $ 1.560 millones fueron aportados por el Consejo de la Cultura. "La gratuidad de los museos anunciada por la Dibam es magnífica, sería mezquino no celebrarlo. Nosotros extendimos el horario gratuito para todo público, de 9.00 a 12.00 horas todos los días del año. En nuestro caso, la taquilla es muy importante, y no podemos prescindir de ella, pero no queremos que eso impida que todos los chilenos puedan disfrutar de las muestras que traemos", dice Serrano.

GUERREROS Y ARTESANOS

La segunda apuesta del CCPLM es Grandes maestros del arte popular de Iberoamérica, que se desplegará entre mayo y agosto, y que trae más de 2.500 piezas de artesanía contemporánea, una colección del Banco Nacional de México, curada por Cándida Fernández de Calderón. Llegarán trabajos de países como Argentina, Colombia, Costa Rica, Honduras y Ecuador, además de España y Portugal. Lo interesante será conocer la diversidad de técnicas y materiales usados por cada artesano para realizar un objeto único, que incluye desde cerámicas, huesos, vidrio, plumas, papel, y piedras preciosas.

De septiembre a diciembre, el centro recibirá una colección única de piezas samuráis, pertenecientes al  museo de Ann & Gabriel Barbier-Muller, en Texas, EE.UU, que ya ha visitado  países como Francia, Inglaterra y Canadá. A Chile vendrá un grupo de 150 armaduras, máscaras, armas y otros accesorios de los guereros samuráis y sus caballos, que van del siglo XIV al XIX y que serán exhibidos recreando escenas de batalla.

Por último, a fines de diciembre se realizará la III Bienal Indígena, que reúne a artistas y artesanos de todo el país y que estuvo suspendida durante los últimos cuatro años. "La segunda bienal de 2008 se realizó acá y sentimos que era nuestro deber revivirla. Estamos trabajando con el Ministerio de Desarrollo Social para lanzar una convocatoria lo más representativa posible. Queremos comprometernos con este evento para sus próximas ediciones y no sólo exhibir el arte  indígena, sus danzas y tradiciones, sino también generar espacios de reflexión y debate sociopolíticos, sobre los temas que los aquejan", concluye Serrano.