Asesinato de joven palestino tras muerte de tres israelíes eleva tensión en Medio Oriente

En un nuevo incidente que eleva aún más la tensión en Medio Oriente, el hallazgo ayer del cadáver de un adolescente palestino en un bosque cerca de Jerusalén Este causó fuertes enfrentamientos entre la policía israelí y residentes palestinos de la ciudad, dos días después de que los cuerpos de tres jóvenes israelíes fueran encontrados en el distrito palestino de Hebrón, en Cisjordania, tras 18 días de búsqueda.

El cuerpo de Mohamed Husein Abu Jedeir, de 16 años, presentaba "marcas de violencia", según la radio militar israelí. El cadáver fue descubierto una hora después de que se notificó a la policía que un adolescente palestino había sido forzado a subir a un auto en el barrio de Shuafat, en Jerusalén Este. Testigos explicaron a la agencia EFE que un grupo de desconocidos obligó al menor a meterse en un vehículo fuera de una mezquita local, cuando iba a las oraciones matinales con amigos.

La policía israelí se negó, sin embargo, a vincular este hecho con el asesinato de los tres jóvenes israelíes enterrados la víspera en una ceremonia nacional en presencia de miles de personas. "Nos estamos concentrando en dos cosas. Si los dos incidentes están relacionados y si esto es un crimen nacionalista", comentó el portavoz de la policía israelí, Micky Rosenfeld. Además de la supuesta venganza ultranacionalista, se investigaría un eventual ajuste de cuentas entre familias, informó la agencia EFE.

Decenas de palestinos que residen en Jerusalén Este respondieron al descubrimiento del cuerpo del joven arrojando piedras y bombas molotov contra las fuerzas israelíes, prendiendo fuego a neumáticos y contenedores de basura y destruyendo tres estaciones de tren. Al menos 65 personas resultaron heridas, según la Media Luna Roja. La policía israelí decidió elevar el nivel de alerta "debido al contexto en términos de seguridad".

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó a la policía a "investigar velozmente quién estaba detrás del abominable asesinato y su motivo". En un comunicado pidió, además, a todas las partes "no tomar la justicia en sus manos".

Por su parte, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, solicitó al gobierno israelí "que castigue a los asesinos si quieren la paz entre el pueblo palestino e israelí", así como "medidas concretas en el terreno para poner fin a los ataques de colonos". En tanto, el movimiento islámico Hamas advirtió que Israel "pagará el precio de sus crímenes", Estado al que considera "responsable directo" del asesinato. Israel atribuye a Hamas la muerte de los tres israelíes, pero el movimiento islamista niega su implicancia.

EE.UU. también condenó el fallecimiento del joven palestino con su secretario de Estado, John Kerry, calificándolo como "un secuestro y asesinato despreciable y sin sentido". Los familiares de los tres israelíes muertos también denunciaron este acto, al afirmar que "la sangre no entiende de colores".

Netanyahu reunió ayer a su consejo de seguridad para adoptar nuevas represalias por la muerte de los jóvenes israelíes, aunque el fallecimiento del palestino podría, según los analistas, reducir su margen de maniobra. El diario Haaretz aseguró ayer que el ministro de Defensa israelí, Moshe Yalón, propuso una ampliación de las colonias en Cisjordania en respuesta al asesinato de los tres estudiantes hebreos.

El Ejército israelí informó ayer que había bombardeado desde el aire un emplazamiento en la Franja de Gaza, controlada por Hamas, desde el que habrían sido lanzados cuatro cohetes hacia territorio de Israel. Testigo de estos ataques desde Gaza es Darío Teitelbaum, residente del kibutz Gvulot, en el sur de Israel. "Acaba de caer un cohete a 200 metros de mi casa, en un gallinero", relató ayer Teitelbaum a La Tercera.

"No creo que haya una incursión terrestre (en Gaza)", porque significaría una "victoria mediática" para Hamas, opina este miembro del partido opositor israelí Meretz.