Aumentar el gasto público para los niños pequeños reduciría las desigualdades

Aumentar el gasto público para los niños de hasta seis años reduciría las desigualdades sociales y contribuiría a una mejora a largo plazo de los menores más frágiles en términos de su estado de salud, su nivel educativo y su bienestar general, según la OCDE.

Esta es la principal conclusión de un estudio presentado hoy en el que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apuesta por que la inversión pública en favor de los menores, sea más equilibrada y se le preste una mayor atención a los niños más pequeños, de hasta seis años.

Por el momento, ese grupo de edad se lleva el 23% del dinero que los estados consagran a los menores de 18 años, algo que los autores del informe consideran insuficiente.

INVERSIÓN EQUILIBRADA
"Una inversión más equilibrada de los gastos entre el estadio de la primera infancia -los 'años Dora la exploradora'- y la adolescencia (los 'años Facebook') contribuiría a la mejora a largo plazo de la salud, del nivel educativo y del bienestar de los niños", subrayan en el documento.

El secretario de la OCDE, Ángel Gurría, quiso advertir por su parte que, pese a la presión para gastar menos por la crisis "todos los ahorros de corto plazo en los gastos para la educación y la salud de los niños tendría costos importantes a largo plazo para la sociedad".

"En el caso de los niños desfavorecidos, es particularmente esencial intervenir desde la más tierna infancia, momento en que se construye el futuro, para ayudar a romper el ciclo familiar de la pobreza y la exclusión", añade Gurría.

LO QUE INVIERTEN LOS PAISES DE LA OCDE
Dentro de los países de la OCDE, el gasto público dirigido a los menores de 18 años en términos absolutos varía desde los 380.000 dólares de Luxemburgo, los 204.200 de Noruega, los 187.000 de Dinamarca o los 182.000 de Austria a los 24.000 de México en el otro extremo.

En términos relativos -teniendo en cuenta el ingreso per cápita- los que dedican más fondos son Austria, Dinamarca, Francia y Suecia, mientras los que menos son Grecia, Corea del Sur y Nueva Zelanda.

Si lo que se tiene en cuenta es la proporción de fondos destinados a los niños de hasta seis años respecto al total de inversión para los menores, superan el 25% Hungría, Finlandia, Eslovaquia, Islandia, Francia, la República Checa, Suecia, Dinamarca, Austria, el Reino Unido y Noruega.

Los que menos porcentaje consagran a los niños más pequeños son Nueva Zelanda, Estados Unidos, Japón, Suiza y Corea del Sur, estos dos últimos menos del 10%.

Islandia, México y España se destacan por ser los tres países que más proporción de dinero ponen para el grupo intermedio de entre 6 y 12 años, ampliamente por encima de la media del 36% en la OCDE.

EL RANKING DE LA OCDE
Según el ránking elaborado por los autores del estudio, de los 30 países miembros de la organización, los niños noruegos son los que gozan del mejor bienestar material -seguidos por los daneses y los luxemburgueses-, y de las mejores condiciones de vivienda y medioambientales; por detrás vienen los australianos y suecos.

El podio del bienestar educativo se lo llevan respectivamente los niños finlandeses, surcoreanos y canadienses; el de la salud y seguridad los eslovacos, islandeses y suecos; el de los comportamientos de riesgo los suecos, japoneses y surcoreanos; y el de la calidad de la vida escolar los islandeses, noruegos y holandeses.

Los niños mexicanos se encuentran entre los que tienen peores condiciones, al ocupar el último puesto (trigésimo) en los comportamientos de riesgo, el penúltimo (vigésimo noveno) en bienestar material y educativo o el antepenúltimo (vigésimo octavo) en salud y seguridad.

En el caso de los españoles, la situación es contrastada, ya que mientras ocupan la vigésimo cuarta posición en bienestar material y la vigésimo primera en educativa, se colocan en el sexto lugar en la calidad de la vida escolar.

Los niños españoles son los duodécimos por la salud y seguridad, los décimo terceros por las condiciones de su vivienda y medio ambiente y los décimo sextos por los comportamientos de riesgo.