Bárbara Ruiz-Tagle: "Si la gente se queda sólo con la piel, hicimos todo mal"

Bárbara Ruiz-Tagle dice que durante sus meses de trabajo en Mujeres de lujo, la primera teleserie nocturna de Chilevisión, que debutó esta semana y donde ella es una de las protagonistas, ha tenido "que ponerse la camiseta, mojarse las patas, entregarme a ojos cerrados". No es para menos. Durante ese período, la actriz debió dedicar muchas noches a ir a clubes nocturnos para reunirse con prostitutas para investigar su papel, tomar dos meses de clases de "baile del caño" intensivas y superar, junto al equipo de producción, desde la salida del director Ricardo Vicuña hasta la muerte de una de las asistentes de vestuario en pleno set.

"Cuando te pasan tantas cosas... No sé en qué minuto esto dejó de ser una pega y la teleserie se convirtió en algo muy personal. Toda las cosas que nos fueron pasando nos unieron más, nos hicieron respetarnos más y humanizarnos", dice la intérprete de Juanita en ¿Dónde está Elisa? Y destaca que "todo decanta. Todo lo que nos ha pasado ha tenido su espacio y su reflexión... Yo digo, después de esto estamos listos para todo". Por eso, también, Ruiz-Tagle admite que los buenos resultados que obtuvo la teleserie fueron particularmente satisfactorios. "Fue como el clímax de este equipo", resume.  Desde su estreno, Mujeres de lujo ha rondado los 20 puntos de rating, y fue el programa más visto del día en tres de sus cuatro emisiones.

En la producción, la actriz interpreta a Turquesa, la menos refinada de las seis prostitutas que protagonizan la historia y el personaje que, hasta ahora, ha aportado la cuota de humor al asunto. Y una fuente ejecutiva de la estación privada cuenta que el rol ha sido bien evaluado y que ya planean darle más relevancia en la historia. Ruiz-Tagle, por su parte, adelanta que Turquesa tendrá un giro hacia facetas más oscuras cuando  Esmeralda (Fernanda Urrejola) comience a quitarle el amor de su novio, el Chaka (Pablo Macaya).
 
La actriz dice que el tema de los desnudos y las escenas de sexo no la han complicado demasiado, porque desde que le ofrecieron el rol de una prostituta, ella tenía claro lo que implicaría. "Además, a mí no me tocó inmediatamente salir pilucha. Me fueron preparando las nocturnas que hice en TVN", explica, y sigue: "En El señor de la Querencia, Leontina se mandaba dos o tres escenas muy power. Ahí me provocó temores, pudores, pero al momento de aceptar a la porstituta, ya está. Yo tampoco soy muy pudorosa. Y es como el cliché de 'estamos al servicio del personaje', pero de una u otra manera ocurre eso".

Claro que Ruiz-Tagle aclara que la teleserie tiene "todo un tema de peso detrás": mostrar las vidas que hay tras el glamour del prostíbulo de lujo, "humanizarlo" y que espera que el público lo vea así. "Sin duda que en un principio se generará un mirarte de otra manera, pero esperemos que no quedemos en eso. Si la gente se queda sólo con la piel, lo hicimos todo mal".