Báscula computarizada para bajar de peso

<p class="summary">Crean un aparato que mide la velocidad con la que los niños comen, para advertirles que no deben devorar los alimentos.</p>




Una nueva báscula computarizada, portátil y hablante que monitorea las porciones de comida y la rapidez con que la persona ingiere podría ser la solución para combatir la obesidad infantil, afirman científicos.

El dispositivo, llamado Mandometer, mantiene un tabulador durante las comidas e informa al usuario si está devorando -en lugar de comiendo- sus alimentos, un hábito que se cree está vinculado al aumento de peso.

En una prueba con 106 niños obesos, el dispositivo mostró resultados "prometedores" afirman los investigadores en British Medical Journal (Revista Médica Británica).

Después de 12 meses de uso, los niños pesaban menos y comían porciones más pequeñas.

Con el Mandometer, creado por investigadores del Instituto Karolinska, en Estocolmo, los niños redujeron en 11% la velocidad con que comían, mientras que otro grupo de niños que no usó el aparato aumentó su velocidad en 4%.

La obesidad infantil es un creciente problema de salud y hasta ahora hay poca evidencia que apoye un programa de tratamiento específico para combatirla.

MUCHO Y RAPIDO
Aunque no se sabe si ciertos patrones específicos al ingerir alimentos son comunes en todas las personas obesas, el nuevo estudio mostró que todos los niños comían grandes porciones de comida muy rápidamente.

Los expertos creen que ingerir demasiado rápido puede interferir con un sistema innato de señalamiento que indica al cerebro que debe dejar de comer cuando el estómago está lleno.

Pero desde los primeros años de vida, con las instrucciones que dan los adultos como "asegúrate de comer todo", los niños aprenden a anular estas señales.

Los investigadores diseñaron el aparato inicialmente para ayudar a pacientes con bulimia, que tienden a comer demasiado rápido.

Lo que hace la báscula es medir la velocidad con que la comida desaparece del plato. Los científicos esperan que el dispositivo pueda adiestrar al individuo a comer menos y más despacio.

Y si el usuario está comiendo demasiado rápido, la máquina se lo dirá.

Inspirados en este trabajo, los científicos del Hospital Infantil y la Universidad de Bristol, decidieron probar la báscula con sus propios niños con obesidad.

Según el principal investigador, el profesor Julian Hamilton-Shield, "la báscula realmente les ayudó".

APRENDIZAJE
Los niños, dice, aprendieron a comer más despacio y como resultado se sentían llenos más pronto y comían menos.

"Los tamaños de sus porciones disminuyeron en una séptima parte, y aunque esta cifra no parece muy grande es suficiente para lograr una diferencia. Y la mejora parece ser duradera porque continuó durante seis meses después de que la prueba terminó", dijo Hamilton Shield.

El científico cree que la gente debe intentar tomar al menos 10 minutos para comer, idealmente sentándose en una mesa y no frente a la televisión.

"Lo que tiende a ocurrir cuando comemos solos o mientras vemos la televisión es que comemos más rápido. Entonces perdemos las señales que nos dicen que estamos llenos y que debemos dejar de comer".

Otros expertos creen, sin embargo, que aunque el aparato puede parecer útil, es superfluo, porque los padres deben enseñar a sus hijos a comer apropiadamente. Es decir, lentamente y con porciones pequeñas.

"El problema es que esto no ocurre", afirma Tam Fry del Foro Nacional de Obesidad del Reino Unido.

"Porque tenemos muchos niños que comen demasiado y muy rápido aumentando de peso y causando problemas futuros no sólo para ellos mismos sino para los servicios de salud".

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