Berlusconi no logra reunir en Cerdeña a sus hijos por diferencias entre ellos
La familia debe resolver el reparto de patrimonio tras la separación del primer ministro y su segunda esposa Verónica Lario.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, no consiguió mantener unida a toda su prole durante las vacaciones en la isla mediterránea de Cerdeña, al haberse producido un desencuentro entre su primogénita, Marina, y una de las hijas de su segundo matrimonio, Bárbara.
Esto es lo que asegura hoy el diario italiano "La Repubblica", que informa de que la familia Berlusconi aún no ha podido celebrar una reunión entre los hijos del mandatario para abordar el reparto del patrimonio ahora que el cabeza de familia se divorcia de su segunda esposa, Verónica Lario, de 54 años.
El periódico habla de que, por el momento, no hay "ningún armisticio" a la vista, después de que el pasado 10 de agosto Marina reprendiera a Bárbara durante la celebración de su cumpleaños en Villa Certosa, en Cerdeña, por la entrevista que concedió a la edición italiana de la revista "Vanity Fair".
"Los representantes políticos son escogidos para gobernar bien y para hacer prosperar la comunidad. Se espera además que salvaguarden los valores que esa comunidad", decía Bárbara en la publicación, en la que añadía que "un hombre político no puede permitirse las distinciones entre la vida pública y la privada".
"Mi historia incidía es la de una chica que ha vivido su juventud de un modo normal y sereno. Nunca he ido con hombres ancianos. Se trata de lazos psicológicos en los que no tengo experiencia".
Esta entrevista es la que, según "La Repubblica", ha terminado por sembrar la discordia entre las dos hermanas, una, Marina, de 43 años y fruto del primer matrimonio de Berlusconi con Carla Elvira Dall'Oglio, y otra, Bárbara, de 25 e hija de Lario, la segunda esposa.
De hecho, asegura el rotativo, Bárbara pasa las vacaciones en Villa Certosa, la mansión sarda de Berlusconi, de 72 años, junto a sus dos hermanos de padre y madre, Eleonora y Luigi, mientras que Marina disfruta del tiempo libre en la misma isla, pero a bordo de un yate en la Costa Esmeralda.
"La Repubblica" va más allá y afirma que el malestar de la primogénita de Berlusconi con Bárbara tiene que ver también con el hecho de que esta última haya manifestado su deseo de trabajar en el mundo editorial, en el que la familia del primer ministro está presente con la firma Mondadori, la mayor de Italia y que preside Marina.
"Los tres hijos de Verónica Lario hacen su vida por separado junto a algunos amigos", comenta el periódico, que explica que el benjamín de la familia, Luigi, disfruta de sus últimas semanas en Italia antes de marchar al extranjero a estudiar en una universidad, probablemente en China.
Mientras, los abogados de la familia siguen trabajando en el divorcio de Berlusconi y Lario, sobre todo en el reparto de los 7.000 millones de euros en bienes que el primer ministro tiene a través del grupo Fininvest, que controla, entre otras, las tres principales cadenas de televisión privadas de Italia.
"Las llaves y el destino del tesoro de Arcore (de donde procede la familia Berlusconi) están hoy más que nunca en las manos de Silvio Berlusconi. La petición de divorcio hará de hecho perder a Verónica el derecho a su parte de la legítima bajo el eje patrimonial del marido", incide el diario.
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