Brasil se prepara para la mayor fiesta popular del mundo
Entre El 12 y 17 de febrero, Río de Janeiro, Sao Paulo, Salvador y Pernambuco reciben el Carnaval 2010.
Año a año el Carnaval y la alegría carioca contagian a quienes visitan Río de Janeiro. A partir de la noche del 14 de febrero, y durante toda la jornada del lunes 15, el Sambódromo festejará con cerca de cinco mil integrantes, quienes desfilarán fantaseados, derrochando alegría y cantando la samba-trama de su escuela del corazón. Muchos colores, brillo, plumas y mostacillas adornan las noches del Carnaval carioca, animando a la multitud presente en las galerías y camarotes. En las calles y determinados barrios de la ciudad, como en Ipanema, se realiza también la concentración de los grupos que desfilan.
En la ciudad de Sao Paulo, el escenario no es muy diferente. Siguiendo el impulso carioca, miles de personas van rumbo al sambódromo paulistano para presenciar el desfile de las escuelas de samba, su música y grandiosas alegorías. Los desfiles se realizan durante la noche del viernes 12 y el sábado 13 de febrero. Todos los años hay novedades para alegrar los ojos de los turistas y espectadores.
En Salvador, la Capital del Estado de Bahía, el estilo es un poco diferente. Los gigantescos y bien equipados tríos eléctricos (grandes y coloridos camiones equipados con potentes parlantes), son seguidos por millones de personas por los circuitos Barra/Ondina y Campo Grande. La fiesta dura muchos más días que los días oficiales. Esta comienza una semana antes, con el pre carnaval.
En el Estado de Pernambuco, se destacan los carnavales multiculturales de la ciudad histórica de Olinda y de la capital, Recife. En este lugar surgió el Frevo, uno de los ritmos más atractivo del país. Durante una semana, las personas salen a las calles disfrazadas y bailan al lado de los tradicionales muñecos gigantes y de las presentaciones folclóricas de los "maracatus" (grupos de danzas típicas del noreste de Brasil).
La estructura para recibir a turistas internacionales en cualquiera de esos cuatro puntos de Brasil es cada vez mejor. Grandes redes hoteleras, posadas, albergues y camping, ofrecen acogedoras instalaciones para un buen descanso, atendiendo todos los gustos y bolsillos. La cultura brasileña, su gastronomía y su gente, siempre está dispuesta a atender bien el turista con su incomparable hospitalidad.
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