Candidatura de Hillary Clinton para 2016 toma fuerza y crecen donaciones
Un grupo que apuesta a la postulación de la ex secretaria de Estado recaudó US$ 1,25 millones en sólo cuatro meses.
Tras el triunfo electoral de Barack Obama en 2008, Hillary Clinton aparecía como una carta casi segura para la nominación demócrata a la Presidencia en 2016. Eso, pese a haber perdido, pocos meses antes, la carrera interna frente al actual inquilino de la Casa Blanca. A ello se sumó que su designación como secretaria de Estado por el nuevo mandatario no hizo más que aumentar su popularidad. Sin embargo, tras dejar ese cargo, la ex primera dama de Estados Unidos insistió que su intención era abandonar la política. "La Secretaría de Estado será mi última ocupación pública", aseguró en 2011, comentario que repitió poco antes de dejar el cargo.
A más de seis meses de haber abandonado el gobierno, sin embargo, nadie duda de que la despedida de la esposa del ex presidente Bill Clinton no fue definitiva y seguirá en la primera línea política. Incluso, hoy parece ser la carta segura del Partido Demócrata para suceder a Obama en la Casa Blanca dentro de tres años. Algo que queda ratificado con el bombardeo de informaciones que se han conocido sólo esta semana sobre la ex senadora por Nueva York, y que no provienen únicamente del ámbito político.
El domingo pasado, la cadena NBC anunció que estaba trabajando en la elaboración de una miniserie sobre la ex jefa de la diplomacia norteamericana (de cuatro capítulos, cada uno de una hora), con el nombre de Hillary y que sería interpretada por la actriz Diane Lane. Al día siguiente, la factoría CNN Films aseguró que trabajaba en un documental sobre la vida de la ex primera dama. El filme está a cargo del director y productor Charles Ferguson, quien en 2011 ganó el Oscar al mejor documental por Inside Job, sobre la crisis financiera de 2008.
Y como si las diversas informaciones hubiesen estado milimétricamente programadas, después de semanas alejada de las actividades políticas en Washington, se detalló que ese lunes Hillary Clinton había almorzado con Barack Obama en la Casa Blanca y que el martes había tomado desayuno con el vicepresidente Joe Biden. El encuentro con el presidente fue definido por los comentaristas como una "comida presidencial", y definido por la Casa Blanca como un almuerzo de trabajo y estrictamente privado. Pero la señal de que Hillary siga siendo escuchada y tenga esa llegada en el gobierno, refuerza su peso político. Lo mismo que la reunión que mantuvo con Biden, pese que el "número dos" del gobierno estadounidense también podría ambicionar la candidatura demócrata para 2016.
Hasta ahora, Hillary Clinton no ha declarado su interés por buscar la Presidencia de Estados Unidos; sin embargo, su nombre como posible candidata es grito y plata. En enero se constituyó un grupo de acción política "Ready for Hillary", una instancia que funciona al margen de los partidos políticos, y que busca fondos para promover su eventual postulación. Según la cadena ABC, que tuvo acceso a un documento interno de la organización, logró recaudar US$ 1,25 millones en apenas cuatro meses, de los cuales un millón fue recogido en junio, y que ya cuentan con el apoyo de 600 mil personas, aunque sólo unas 10 mil han donado dinero. Ha sido tal el interés por sumarse a esta campaña, que "Ready for Hillary" fijó como tope para las donaciones (aunque no hay un tope legal) de US$ 25.000, desechando donaciones de hasta siete dígitos.
Las encuestas también muestran el desplante y la proyección de la ex senadora, al punto que la sitúan como la demócrata más popular, incluso por sobre Barack Obama, a pesar de que su imagen en algo se vio tocada por el manejo del caso del ataque al consulado estadounidense en Bengasi, Libia, donde murió el embajador, en septiembre de 2012. "Es obvio que es la favorita. No creo que ningún demócrata tendría la agallas de competir en su contra en una primaria", declaró a la agencia France Presse Tobe Berkovitz, profesor de la Universidad de Boston y experto en política electoral norteamericana.
Como sea, 40 meses son una eternidad en política. "Tres años antes de las elecciones de 2008 nadie había oído hablar de un joven senador llamado Barack Obama, así que hay un montón de cosas que pueden ocurrir entre ahora y entonces" (2016), declaró recientemente el senador y derrotado candidato republicano en las elecciones presidenciales de 2008, John McCain.
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