Carlos Bilardo: "No todos los partidos de Chile son tan buenos como Sampaoli dice"

Chile es la quinta mejor Selección del mundo según el ranking de la FIFA. La clasificación es histórica, la más alta que ha ocupado la Roja en este escalafón. El título en la Copa América y la campaña del equipo de Jorge Sampaoli en los últimos dos años le otorgan los puntos suficientes para situarse sólo por debajo de Bélgica, Alemania, Argentina y Portugal. Y, quizás lo más meritorio, para superar a potencias que tradicionalmente le antecedieron. Sólo en el top ten, el flamante campeón continental sobrepasa a España, Colombia, Brasil, Inglaterra y Austria.

Carlos Bilardo, campeón del mundo con Argentina en 1986 y subcampeón en Italia 90 no está muy convencido de los méritos de la Selección para situarse entre las potencias mundiales. Durante la Copa, siguió su campaña en Santiago, hasta donde llegó en su rol de comentarista de una cadena televisiva internacional. En su paso por el país, siempre se mostró reticente al diálogo. Cada vez que fue abordado, se las ingenió para evitar la conversación.  “¿Cómo? No le escucho”, solía decir antes de apurar el paso y escabullirse.

El Narigón representa la antítesis de la propuesta con la que el equipo de Sampaoli encanta al mundo.  Bajo su conducción, Argentina abandonó el lirismo de la época de César Luis Menotti y se transformó en un equipo calculador, que recibió fuertes críticas en su país antes de levantar la Copa en el estadio Azteca. A Bilardo se le atribuye haber creado el sistema táctico 3-5-2, reconocido como el último del siglo XX, pero que, en alguna medida, traicionaba la esencia del fútbol transandino, proclive al  ataque.

Al estratega, quien dejó de dirigir en 2004, también se le asignan prácticas cuestionables, heredadas de su formación en Estudiantes de La Plata. En esa época, entraba a la cancha con alfileres y conocía la vida intima de sus rivales, que usaba para provocarlos. Después del Mundial de Italia, el defensor brasileño Branco denunció que la banca transandina, que liberaba Bilardo, le había suministrado agua con sustancias que le produjeron sueño. El técnico insiste en declararse inocente de ese cargo, aunque Diego Maradona, el jugador más simbólico de su período en el combinado transandino, confirmó la irregularidad años más tarde.

¿Qué le parece que Chile aparezca entre los cinco mejores equipos del mundo en el ranking FIFA?

Está muy bien. Argentina también ha estado en los primeros lugares de ese ránking y es muy bueno, porque habla bien del trabajo que han hecho y de los logros que han obtenido. Ganar la Copa América, por lo que significa, fue muy importante para Chile, que lo hizo bien, no comprando rivales, no con algo extraño, sino con medios legítimos. Ganó, que es lo importante. Es lo que queda. Pero hubo partidos que no jugó bien.

¿Qué imagen le dejó la campaña de Chile en la Copa América?

Ganó, y, como le dije, es lo que finalmente importa, lo que queda en los libros, en la historia. Pero hubo partidos en que a la gente no le gustó cómo jugó Chile. Se lo digo porque yo estaba en el estadio, vi los partidos en Santiago y vi que hubo partidos de los que la gente no se fue feliz a sus casas. En los que le hubiese gustado ver algo más.

¿Le está restando méritos al título de Chile?

No he dicho eso. Pero en la final ganaron por poquito, por un par de centímetros.

¿Lo dice por la jugada que, en el último minuto, no pudo acertar Gonzalo Higuaín?

Claro, por esa jugada. La suerte estuvo del lado de ustedes. Si la pelota entraba, cambiaba la historia. Pero Chile hizo una buena campaña en los últimos años, no sólo con Sampaoli. Antes fue a dos mundiales. Por eso está entre los mejores en el ránking.

¿Qué opinión tiene de la gestión de Jorge Sampaoli,  un técnico argentino, en la banca chilena?

Sampaoli estuvo bien, aunque tuvo la ayuda del periodismo chileno...

¿Cómo? ¿En qué?

Llegó a la final, la ganó y todo eso, pero no se vio todo lo que dijo y que ustedes reprodujeron. Chile hizo una buena campaña, eso no se puede desconocer, pero no todos los partidos de Chile son tan buenos como Sampaoli dice y como se dijo en Chile después de la Copa.

¿Es Chile la mejor Selección de Sudamérica, como podría deducirse del título que obtuvo a mediados de año?

No lo sé. Hoy, el fútbol sudamericano está mucho más parejo que antes. Cualquiera puede ganarle a cualquiera. Chile y Uruguay han crecido bastante en el último tiempo. Tienen buenos jugadores, juegan bien. Pero me llama mucho la atención lo que está pasando con Brasil.

¿Que ya no sea el dominador indiscutido del fútbol sudamericano como antes?

Brasil no viene bien. Es un equipo que siempre estuvo por encima de todos, pero en esta vuelta va a tener que pelear bastante para clasificar al Mundial. Eso es algo impensado. Brasil siempre ha ido a los mundiales. Siempre estuvo en los primeros puestos. Antes, cuando a uno le tocaba enfrentar a Brasil decía “cómo lo hago para ganarles”, porque era muy difícil. Ahora, cualquiera se les anima y sale a ganarles. Chile lo consiguió hace poco y lo hizo merecidamente. Colombia también se quedó un poco.

¿Le parece que Chile alcanzó el máximo de su rendimiento o aún le queda un margen para seguir creciendo?

Lo primero que tiene que hacer Chile es ponerse a pensar en las Eliminatorias. Lo que logró fue muy bueno, pero no puede estancarse en eso. Ya pasó. Ahora tendrá que justificarlo y, como le dije, me parece que el camino a Rusia va a ser mucho más complicado para todos, que va a tener rivales duros y que nadie le regalará nada.

¿Cree que, con el actual nivel que muestra, Chile puede ir a su tercer Mundial consecutivo y avanzar más allá de los octavos de final, la instancia a la que ha llegado en Sudáfrica y Brasil?

¿Por qué no? En la historia hubo varios equipos que, como Chile, tuvieron grandes momentos, los aprovecharon y se transformaron en sorpresas en un Mundial. Que llegaron más allá de lo que se preveía en los pronósticos y en las apuestas. Llegar a lo alto para Chile dependerá de cómo esté en su momento, de cómo estén sus jugadores.

¿Destacaría a alguno de ellos?

No. No me gusta hablar de individualidades.

Entonces, califique el funcionamiento colectivo de la selección chilena...

Chile me generó una opinión favorable. Pero, como le dije, quizás el público no quedó plenamente contento con lo que mostró específicamente en la Copa América, aunque le dio resultados. De todas formas, está ahí porque se lo merece. Nadie se lo regaló, ni lo obtuvo por algún medio que uno pudiera criticar.