Carlos Heller: "Yuraszeck ya tuvo su oportunidad y ahora la tengo yo"

El timonel muestra su alegría por asumir el control de Azul Azul. Marca diferencias con su antecesor, pero rescata su pasión.




En el VIP del estadio El Teniente, una persona luce más sonriente que las demás. Es Carlos Heller, presidente de Azul Azul, quien el martes se convirtió en el máximo controlador de la concesionaria, tras comprarle el 10,29 por ciento de los títulos a José Yuraszeck.

Vestido de sport y muy relajado, acepta de inmediato la propuesta de La Tercera para analizar el nuevo escenario. De inmediato deja entrever que hay un componente de pasión, que motiva la determinación de asumir el control de la sociedad que administra el club de sus amores.

¿Cómo evalúa este paso que ha dado, al convertirse en accionista controlador de Azul Azul?

Es un tremendo paso, e importante para mí. Ya era presidente y accionista de la U. Este paso lo tomo con absoluta humildad y máxima responsabilidad. La verdad es que la palabra es humildad. No quiero que se crea que se trata de un tema económico. Lo tomo con muchas ganas de seguir trabajando en este proyecto, que es algo tan lindo. Lo tomo con mucha pasión. La U ha sido mi pasión desde niño. Estoy orgulloso de ser su presidente y su mayor accionista.

Al margen de lo económico, al parecer, en la decisión hay un componente muy importante, que es la pasión que siente por el club, al poner a la U en todo lo que hace...

En toda mi vida soy pasional, una persona cercana, jugado por las cosas que creo. Asumí el control del club. Me costó, pero llegué. Hoy, soy accionista mayoritario, pero hay muchas cosas que hacer por la U todavía: seguir ganando campeonatos, ojalá a nivel a nivel internacional.

¿Qué diferencia tiene para usted, en la práctica, ser el controlador del club?

Aquí había una persona que vendía, y otra que compró. El directorio sigue siendo el mismo. Seguramente va a haber un cambio en un componente, y vamos a tener que llamar a una junta de accionistas, que nos corresponde hacerla en abril. Ahí saldrá elegido Daniel Schapira, e ingresará otro director, y vamos a seguir trabajando de la misma manera, con esa cercanía, con un directorio inclusivo, donde todos tienen la palabra: los gerentes, los ejecutivos. No ando poniendo muchas condiciones, pero me gusta que las cosas se manejen de la mejor manera posible.

¿Cómo intentará imponer su sello personal en la gestión de Azul Azul?

El sello se lo da la personalidad. Como presidente, ya he tenido un sello distinto, una cercanía. Siempre se va a buscar una diferencia con José Yuraszeck. Él es una persona que quiere a la U, igual que yo, pero tenemos un estilo distinto, y lo exteriorizamos de distinta manera. Los dos tuvimos la oportunidad. El ya la tuvo, y ahora la tengo yo. Después se verá quién es mejor y quién es peor; pero mi sello es éste, de poner mucha pasión en las cosas y estar más cerca de la gente.

¿En qué marcaría específicamente las diferencias con Yuraszeck?

En la forma de administrar. Yo soy más cercano, somos distintos. Y, como vivo mi vida, es como he tenido resultados en poco tiempo. Pero eso no me hace ni mejor ni peor. Es una responsabilidad tremenda haber ganado el campeonato. Me quitó mucha presión haber levantado una copa a los siete meses de haber asumido. Pero, ahora, el desafío que debo cumplir es mucho más grande.

¿Se refiere al estadio, a la obtención de un título internacional?

Por supuesto. El estadio es un tema muy anhelado por los hinchas, es lo que la gente de la U más quiere. Es un asunto sobre el que estamos trabajando fuerte, de muy buena forma, y espero cumplir las cosas que le he prometido por la prensa.

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