Casi 50 mil policías y cuatro helicópteros resguardarán Carnaval de Río

Tres mil vehículos policiales, 49.700 policías y cuatro helicópteros, uno de ellos blindado, resguardarán la seguridad del carnaval de Río de Janeiro. Si bien este año hay mil efectivo menos, las autoridades indicaron que habrá mayor protección debido a las ocupaciones policiales de 16 favelas, especialmente las ubicadas en la región vecina al "Sambódromo", el escenario del monumental desfile de las "escuelas de samba" del domingo y del lunes próximos.

Allí, la vigilancia será reforzada también en forma virtual, mediante cámaras de video que enviarán imágenes instantáneas a un centro de operaciones inaugurado este año, lo que permitirá una rápida reacción policial en caso de que se produzca algún incidente. Así, la gobernación podrá reducir el efectivo de agentes en el "Sambódromo" y destinar a otras áreas de la ciudad.
 
"El efectivo será menor, pero habrá mucha más seguridad", aseveró el portavoz de la policía militarizada, el coronel Lima Castro.

Para los 520 mil habitantes de las favelas pacificadas -entre ellas las que forman parte del Complejo del Alemao, que era una de las comunidades más violentas de Río y fue ocupado en noviembre del año pasado- éste será el primer Carnaval sin miedo.

El mes pasado, una de las principales "escolas" de samba, Imperatriz Leopoldinense, eligió el lugar para realizar un ensayo previo al desfile en el Sambódromo, y festejó la oportunidad de brindar la comunidad con una noche de música, ritmo y alegría entonando una de sus canciones más conocidas, cuya letra dice "Libertad, libertad, abre tus alas sobre nosotros".

 "Esta es una samba importante para la historia de nuestro gremio, y también por las cosas que han pasado acá en el Complejo de Alemao", dijo el cantante del club, Dominguinhos do Estacio.

El programa también fue festejado por los habitantes de los barrios vecinos a las comunidades ocupadas. En el último fin de semana, uno de los "blocos" (comparsas carnavalescas) más populares de Río, "Simpatía es casi Amor", incluyó un paso por la favela de Cantagalo en su presentación por las calles del elegante barrio Ipanema.

Según uno de los músicos del grupo, Fabio Palazzo, ha sido la primera vez en 27 años que el "bloco" pudo ingresar en la favela sin temer los tiroteos de las guerras entre narcos y policías o entre bandas rivales de delincuentes.

 "Nuestra cercanía (con la comunidad que vive en la favela) fue interrumpida por el narcotráfico. Pero ahora somos libres para visitar a cualquiera", expresó Palazzo, en declaraciones que publica hoy el diario "O Globo".