Chilenos crean implante de piel con células madre para tratar grandes heridas

Desarrollaron material artificial sobre el que se pueden cultivar células madre del propio paciente, que luego sirve como implante.




Exequiel Pizarro (59) era carpintero, pero una operación de várices lo dejó con una herida ulcerosa en su pierna derecha que lo obligó a jubilar en forma anticipada. Durante nueve años debió asistir a curaciones al Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) de Viña del Mar. Un período en que la herida se hizo profunda: llegó al hueso, perdió  músculos y alcanzó ocho centímetros de ancho por 12 cm de largo. Eso lo obligó a andar con grandes apósitos, alejarse de zonas con mucho polvo  que pudieran empeorar su condición y consumir en forma frecuente analgésicos para aliviar el dolor.

Hoy, y tras un tratamiento de seis meses, su herida mide dos centímetros de ancho por cinco de largo y ya está llegando a la superficie. Todo  gracias a un implante de piel de células madre creado por científicos chilenos y que fue probado en más de 90 pacientes como parte de un protocolo para probar su efectividad.

El implante se llama Inbioderm + C y es un material sintético (polímero), sobre el cual se pueden cultivar células madre del propio paciente, las que se adhieren a esta cubierta hasta formar una cobertura de piel humana que se puede implantar en la zona dañada.

La herramienta fue desarrollada por Inbiocriotec, un  consorcio que forma el Instituto de Seguridad del Trabajador (IST), la U. Federico Santa María, U. de Valparaíso, U. de Playa Ancha y empresas privadas, con apoyo económico de Corfo.

GRANDES HERIDAS

Ignacio León, vicepresidente del directorio del Inbiocriotec, explica que desde 2004 están desarrollando una solución para pacientes con heridas difíciles de sanar. A la fecha han creado en esta área tres productos: uno que es el material sintético (polímero) que se puede usar directamente sobre una herida para ayudar a su cicatrización, otro igual, pero que contiene efedrina (un vasopresor que evita sangramiento) y este último al que se le agregan células madre del propio paciente para implantarlo directamente en la piel y recuperar más rápido la piel que falta.

El hecho de que las células madre se adquieran de la piel del propio paciente evitan el rechazo.

"En el protocolo que hemos realizado vimos que la cicatrización y regeneración de tejido se acorta al menos el 50% respecto de si se hiciera el tratamiento convencional. La posibilidad de infección de esa herida, también se lleva a un porcentaje mínimo", dijo León.

TERAPIA EXITOSA

Víctor Nicovani, director médico del Hospital Clínico del IST Viña del Mar, cuenta  que las pruebas en pacientes se  iniciaron en 2011. En este primer protocolo se trataron 70 pacientes con diversos tipos de heridas como quemaduras, úlceras venosas y traumas. "En todas vimos buenos resultados, menos infecciones y la posibilidad de tratar al paciente precozmente, evitando gran pérdida de volumen  de piel y músculo de heridas expuestas", dice.

Hasta ahora esos pacientes eran tratados con curaciones en las que se les debía retirar toda la piel dañada y luego cubrir esa área con piel del propio paciente (injertos extraídos desde otras partes del cuerpo) o con una cobertura especial hecha a partir de piel de cerdo. Ambas  tienen un alto riesgo de infección y la cicatrización no es la más óptima. "En pacientes con grandes quemaduras, por ejemplo, no podemos hacer implante autólogo (del mismo paciente) porque no tienen grandes áreas de piel sana de la que podamos extraer un injerto completo. En ellos necesitamos cubrir esa zona rápidamente y por eso esta cobertura (con células madre) puede ser de gran ayuda", cuenta Nicovani.

"Así se logra una mejor evolución, la pérdida de líquido y el ingreso de gérmenes a la piel que puede llevar a una infección generalizada que pone en riesgo la vida del paciente", dice.

A la fecha, del total de pacientes tratados, el 85% de ellos ha tenido una muy buena evolución. En el resto, ninguno ha empeorado su condición.

INTERES INTERNACIONAL

Esta solución dérmica está siendo patentada en Chile y en Estados Unidos. En junio de este año, el consorcio presentó Inbioderm +C en Silicon Valley y varias compañías se mostraron interesadas. Lo mismo ocurrió en Europa. "Podemos licenciar la idea a otros países o fabricarla para ellos, pero quedarnos con la patente", explica León. En todo caso, para los pacientes que se atiendan en los hospitales del IST a lo largo del país la piel estará disponible como una solución inmediata, rápida y segura. También se están generando convenios para su uso en centros públicos y privados que atiendan a este tipo de pacientes.

Este dispositivo obtuvo Premio  Nacional a la Innovación (Avonni).

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