Comunión de divorciados vueltos a casar divide a obispos en Sínodo de la Familia

Según el portavoz vaticano, hay dos líneas de pensamiento sobre el tema entre prelados asistentes.




Al abrir el Sínodo Extraordinario sobre la Familia, el Papa Francisco instó el lunes pasado a los obispos de todo el mundo reunidos en el Vaticano a "hablar claro" y sin tapujos sobre los cambios que vive la familia católica contemporánea. Temas hasta ahora tabú, como el matrimonio homosexual, las parejas de hecho, el divorcio, las madres solteras, la poligamia en Africa y la comunión para los divorciados que se vuelven a casar, entre otros asuntos, han centrado el debate de los 253 prelados que participan en el sínodo, entre ellos, 191 obispos de los cinco continentes.

Por dos semanas, hasta el 19 de octubre, la Iglesia debatirá sobre el modelo de catolicismo que propone ante la evolución que vive la familia a inicios del siglo XIX. "El Papa quiere, sobre todo, escuchar y entender qué piensa la Iglesia, el pueblo de Dios, sobre la familia", explicó en una entrevista el cardenal alemán Walter Kasper, quien plantea la readmisión de la eucaristía para quien tiene una nueva pareja civil en segundas nupcias, siempre y cuando se respeten determinadas condiciones y tras un recorrido de penitencia, una propuesta apoyada por los obispos alemanes.

Precisamente, la pregunta sobre si los divorciados que han vuelto a contraer matrimonio pueden recibir la comunión ha provocado debates "intensos y apasionados" en el sínodo, aseguró Romilda Ferrauto, periodista de Radio Vaticano, que informa a la prensa del encuentro, respetando el anonimato de los ponentes. Al respecto, indicó que algunos obispos "piensan que todo el edificio corre el riesgo de hundirse" y que, en caso de apertura, incluso mínima, el remedio sería "peor que el mal".

Aunque, como resaltó uno de los participantes, el problema de los divorciados que se han vuelto a casar afecta al 1% de los católicos, el tema ha centrado una gran parte de las intervenciones, y ha quedado claro que existen dos líneas de pensamiento, según dijo el vocero vaticano, padre Federico Lombardi: una defiende la "fidelidad sin compromisos" de la doctrina, que impide recibir los sacramentos a los divorciados que se han vuelto a casar; y otra la respaldan aquellos que, aunque defienden el carácter indisoluble del matrimonio, quieren que la Iglesia Católica "busque vías concretas" para resolver situaciones "específicas" a base de "misericordia".

Durante los debates, el propio arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schönborn, habría contado su experiencia como hijo de padres separados, informó EFE. "Yo experimenté el estigma con el que se marcó a mis padres y el que experimenté yo por ser hijo de divorciado", señaló el arzobispo, uno de los más acérrimos defensores de una apertura por parte de la Iglesia en estos casos.

Donde sí parece haber más acuerdo es en la necesidad de agilizar los trámites para conseguir anular el matrimonio. "Sobre el proceso de declaración de nulidad del matrimonio, se registra en general la necesidad de agilizar los procedimientos, así como la incorporación de laicos más competentes en los tribunales eclesiásticos", sostiene el resumen, facilitado por la oficina de prensa del Vaticano, de las intervenciones de los llamados padres sinodales sobre este tema. Durante el debate, un obispo expuso cómo, para los fieles católicos, largos procesos canónicos para la anulación son a veces "un yugo y no una sanación".

De estas sesiones también ha surgido la total oposición a cualquier tipo de reconocimiento de las uniones homosexuales, aunque todos han coincidido en la necesidad de no juzgar ni recriminar a estas personas, informó la agencia EFE.

Al término de las dos semanas de debates se elaborará un documento final, que será sometido a votación y transmitido sucesivamente a las diócesis de todo el mundo, junto con un cuestionario. El fruto de ese proceso será la base para el sínodo ordinario que se celebrará el próximo año, en el que se podrían adoptar, sostiene France Presse, reformas importantes para la Iglesia.

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