Condenado a muerte pide retrasar su ejecución aduciendo obesidad

En 2007, los responsables de ejecutar a otro reo condenado a muerte tardaron dos horas tratando de aplicarle la inyección letal, aparentemente a causa de su sobrepeso.




Ronald Post, reo en el corredor de la muerte en el estado estadounidense de Ohio, solicitó que su ejecución, prevista para el próximo enero, se retrase debido a su obesidad, que podría alargar su agonía tras la inyección letal, informó hoy un canal local.

Esta previsto que Post, que pesa 217 kilos, sea ejecutado el 16 de enero del año próximo por el asesinato a tiros en 1983 de Helen Vantz, una recepcionista de un hotel en la localidad de Elyria, en Ohio, informó la televisión local KTLA.

Según el canal, los representantes legales de Post enviaron al tribunal encargado de su caso una petición en la que argumentan que debido a su peso, el estado de las venas y los tejidos del reo, además de problemas de salud asociados, puede experimentar una lenta y sufrida muerte por inyección letal.

Además, sus abogados creen que la camilla en la que se coloca a los condenados a muerte podría no aguantar su peso y aseguran que los doctores de la prisión en la que se encuentra han tenido dificultades con inyecciones intravenosas al tratarle.

En el estado de Ohio, la pena de muerte se administra con una sola inyección de pentobarbital. 

En 2008, una corte federal rechazó una apelación similar de un preso en el corredor de la muerte y la sentencia fue ejecutada pese a que pesaba 120 kilos y medía 170 cm.

En 2007, los responsables de ejecutar con inyección letal a Christopher Newton pasaron dos horas intentando aplicar la aguja de manera correcta al condenado. La obesidad fue posteriormente culpada de ese retraso, pese a que la sentencia se llevó a cabo.

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