Consumo de alcohol entre las chilenas cae 20% en dos años
Descenso más fuerte se da entre los 35 y 44 años, lo que se explicaría en parte por el retraso de la maternidad.<br />
Juntarse con otras amigas a tomar un trago o la copa de vino esporádica de las noches, es una costumbre cada vez menos frecuente entre las chilenas. Así lo revela el Octavo Estudio Nacional de Drogas en Población General de 2008, del Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (Conace), que muestra cómo el consumo ocasional tuvo una caída de 10 puntos porcentuales -equivalentes a 20%- en los últimos dos años, en las chilenas entre 12 y 64 años. Si en 2006, el 50,5% de la población femenina declaró consumir alcohol una o más veces en el último mes, la cifra bajó a 39,9% en 2008, nivel similar al existente en 1996 y que rompe una tendencia casi uniforme de alza de la última década.
En cuanto al rango de edad, el declive más alto se produjo en las mujeres de entre 35 y 44 años, con una diminución de 16%. Le siguen las de 45 a 64 años, con 14,8. En tanto, las que tienen entre 12 y 18 años, muestran una disminución de 7,2%.
María Teresa Chadwick, directora de Conace, indica que la crisis económica es un factor en este fenómeno: "Al ser un consumo ocasional, ellas lo pueden eliminar de su presupuesto. Ellas muestran una mayor conciencia de dejar de tomar una copa de vino y privilegiar la economía familiar".
La percepción de daño del consumo de esta droga lícita no se eleva, por lo que influye en la disminución. Tampoco, dice Chadwick, existe una menor disponibilidad, "es una droga que está a la mano y al alcance de la población", aclara.
TRABAJO E HIJOS
Daniel Seijas, siquiatra del Programa de Dependencias de Clínica Las Condes (CLC), explica que el mayor descenso entre las mayores de 35 años, se debe principalmente a que tienen más acceso a la vida laboral, y "está comprobado que en las mujeres el trabajo es un factor protector del consumo de alcohol", sostiene. Ser parte del mercado laboral, sostiene, las habilita social y emocionalmente y las mantiene alejadas de situaciones de carencia.
Además, las mujeres a esa edad están más preocupadas por su salud. Por una parte, cada vez más chilenas son madres después de los 35 años, y "la mayoría no bebe en el embarazo. Así, si una mujer deja de beber en el embarazo y la lactancia, comienza un período prolongado de abstinencia que entrega beneficios", sostiene. Además, la presencia de hijos las lleva a cuidarse mucho más y ser responsables con su salud.
CASTIGADA DEPENDENCIA
Las cifras de consumo, sin embargo, no dan cuenta de la dependencia femenina al alcohol que en Chile es de un 9%. Aún los hombres las superan con un 60% de los casos, dice el siquiatra de CLC, pero ellas deben superar muchas culpas y prejuicios sociales. Eso lleva a que muchas oculten su dependencia y beban en casa o salgan para beber. Además, la vergüenza y la culpa son los bloqueadores para pedir ayuda, dice Seijas, lo que retarda la rehabilitación. "Más preocupante es que sea una enfermedad no cubierta por el Auge y las Isapres, lo que limita las posibilidades de tratamiento y complica a las mujeres pedir ayuda", concluye el experto.
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