Cuba edita obra de Padilla, símbolo de la censura castrista

La persecución contra Heberto Padilla, en 1971, quebró la relación de los intelectuales con La Habana.




El libro fue publicado en 1968, avalado con el premio de la Unión de Escritores y Artistas Cubanos, pero tres años después, Fuera de juego era casi una pesadilla. Para la Revolución Cubana y sobre todo para su autor, Heberto Padilla. El volumen era un poemario muy crítico del curso político en la isla en manos de Fidel Castro. Padilla terminó encarcelado, por "actividades subversivas", y obligado a leer una denigrante declaración donde renegaba de sus libros. El caso explotó en el mundo y desde Mario Vargas Llosa a Jean-Paul Sartre pidieron a Castro que el poeta fuera liberado. En 1980, finalmente, Padilla se exilió en EE.UU.

Muerto en septiembre de 2000, a los 68 años, Padilla representó siempre un antes y un después en la tirante relación entre la intelectualidad mundial y la Revolución Cubana. El fin del idilio. Por supuesto, tras el caso sus libros desaparecieron de la isla. Cuarenta años después, se acaba el hielo: en el marco de la Feria del Libro de La Habana, la editorial Luminaria, en conjunto con la estatal Letras Cubanas publican Una época para hablar, libro que reúne toda la obra poética de Padilla.

Un acto infame
El volumen contiene los cinco libros que Padilla publicó, entre 1949 y 1981, incluido el polémico Fuera de juego. Trae artículos de su obra y opiniones de algunos de sus compañeros de generación, como Francisco de Oraá, Antón Arrufat, Miguel Barnet y Roberto Fernández Retamar. Este último, el "sargento de la cultura" como lo llamó Neruda, dijo a la revista cubana Esquife que la poesía de Padilla "es una de las más relevantes de su generación".

Pero el rescate trae también una nueva controversia: la viuda de Padilla, Belkis Cuza Malé, denuncia que la edición blanquea la oscura historia de esposo. La escritora, que salió al exilio en 1979, dijo al sitio Cubaencuentro.com que Una época para hablar incluye un prólogo en el que "no se habla, por supuesto, del verdadero motivo por el cual la poesía de Heberto ha sido silenciada en Cuba durante más de cuarenta años, ni del bochornoso proceso conocido como el Caso Padilla".

Inicialmente, el poeta fue un entusiasta de la Revolución. Un viaje en 1966 por el bloque soviético lo hizo retroceder; luego se desencantó en privado del régimen castrista. Tras Fuera de juego, su posición quedó expuesta. En 1971, hostigado sistemáticamente por las autoridades, conoció a Jorge Edwards, que llegaba en una accidentada misión diplomática a Cuba. Padilla le contó de las trabas a la libertad en La Habana, que Edwards sumó a su propia experiencia en la isla en el libro Persona non grata.

"Así opera Cuba. Los mismos que lo censuraron ayer, ahora lo publican", dice Edwards a La Tercera. "Está bien que se le publique, pero con fidelidad, con respeto".

Sin embargo, Cuza Malé acusa que nadie le pidió permiso para editar los poemas de su esposo. "El gobierno cubano no ha pedido permiso a los herederos de Heberto Padilla para publicar ese libro. Un acto infame de piratería y de maquiavelismo, que desde ahora denuncio, pues quieren usar su nombre y su obra para presentarlo en esa bochornosa feria del libro y aparentar que ya hay libertad de expresión en la isla".

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