"Hemos demostrado que indudablemente los comunistas podemos estar en el gobierno"

Por estos días, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Claudia Pascual, enfrenta el desafío de lograr sacar adelante un proyecto que ha sido calificado por el propio gobierno como emblemático: la despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales.

Avanzar en la agenda comprometida por el gobierno, asegura que es una de las razones principales por las que optó por quedarse en el gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet. En ese sentido, advierte que aún queda mucho trabajo por hacer y que dichos cambios deben ser impulsados en el futuro por un conglomerado tan diverso como la Nueva Mayoría.

-Esta semana se fijaron las fechas para votar el proyecto de despenalización del aborto en el Senado durante enero. ¿Están las condiciones para que esto se cumpla?

Indudablemente queremos que este proyecto vea la luz en el marco del período de gobierno de la Presidenta Bachelet, para eso hemos hecho todos los esfuerzos de diálogo, de conversación, de tiempos de escucha bastante extensos y con la profunda convicción de que este proyecto, como no impone qué decisión tiene que tomar la mujer, tiene que llegar a la luz.

-¿Pero es posible considerando que partidos dentro del mismo oficialismo, como la DC, continúan con aprehensiones?

Creo que nadie podría decir que este proyecto ha sido discutido a tontas y a locas. Hemos planteado que no queremos que estos proyectos se eternicen y por lo tanto hemos ido haciendo una adecuada conversación que nos permita ir dando los tiempos prudentes y necesarios para a escuchar, para las audiencias y al mismo tiempo luego ir generando los acuerdos para los tiempos de votación.

-¿Sería una derrota que no se logre aprobar el proyecto de despenalización en este gobierno?

Yo no me pongo en ese escenario. Hemos estado trabajando como gobierno para que en este gobierno pueda llegar a la luz y por lo tanto no me pongo en el escenario que no salga.

-Durante los últimos meses se especuló mucho con su salida del gabinete para convertirse en candidata parlamentaria del PC. ¿Por qué se quedó en el gobierno?

Yo hice una opción cuando el partido me preguntó poder estar a disposición de la Presidenta en caso que ella lo requiriera, por lo tanto cuando yo acepto ser parte del equipo de la Presidenta y ella hace el nombramiento como ministra, no es solo una respuesta mía personal, es una respuesta de los comunistas. Hay una decisión en ese ámbito de lealtad con mis propias convicciones, con las convicciones de los comunistas, con la coherencia, con las decisiones que tomamos los comunistas de incorporarnos al gobierno y por supuesto hay una coherencia y lealtad con la Presidenta y el programa.

-Pero hoy es una de las ministras mejor evaluadas del gabinete, ¿no cree que era una oportunidad de que el PC crezca en el Parlamento?

Las decisiones que son tan profundas no son debates que se resuelven de un día para otro. No me fue fácil renunciar de ser concejala a ser ministra. No me parecía justo entonces volver a tomar una decisiones como esa.

Por estos días se debate respecto de la continuidad de la Nueva Mayoría como tal. ¿Usted cree que el actual bloque oficialista está en condiciones de continuar un próximo periodo?

Como ministra tengo plena convicción de que es necesario seguir transformando este país para abordar las desigualdades que tiene en distintos ámbitos y para eso se necesita poder continuar con un gobierno transformador como el de la presidenta Bachelet, por continuar con un conglomerado tan diverso como el que somos desde la Nueva Mayoría.

-¿Cree que el PC ha pagado costos por ser parte del gobierno?

Es muy difícil poder valorar, de verdad, a ciencia cierta con la calma necesaria en términos políticos si una decisión implica o no costos en tan breve plazo. Me gustaría en la política poder retomar la noción de procesos, de procesos históricos, no todo es aquí y ahora, hay cosas que efectivamente tienen que valorarse y verse con un prisma y una mirada más histórica. Y en ese sentido, lo que los comunistas hemos hecho al incorporarnos al gobierno de la Presidenta Bachelet, al ser parte del ejecutivo, al combinarnos con nuestras representaciones en las diligencias sociales, al tener nuestra representación parlamentaria, son efectivamente fenómenos que hace muchos años, décadas que a los comunistas no les pasaba y que por lo tanto estamos acomodándonos nuevamente a esa forma de generar actuación. Tengo una valoración de que esto ha sido un ejercicio de tremenda importancia para nosotros, como colectividad, pero también de un ejercicio muy importante para el país, hemos demostrado que indudablemente los comunistas podemos estar en el gobierno.

-¿Por qué cree que si el gobierno se ha hecho cargo de todas las inquietudes de la ciudadanía, no logra tener respaldo ciudadano?

Creo que hay muchos factores. En primer lugar, cada vez que se colocan temas tan relevantes como tratar de generar transformaciones que tocan intereses, que han estado siendo puestos y defendidos durante mucho tiempo, va a generar una reacción. El propio proceso de transformación también genera incertidumbre. La realidad se compone no sólo de encuestas, se compone del día a día, de la conversación también con la gente, por lo tanto en ese sentido yo tengo distintos pulsos de lo que la ciudadanía quiere. Nadie ha dicho que lo hemos hecho perfecto, pero tampoco es que todo lo que nos planteamos no sirvió para nada o que la gente no lo quería. Eso no es verdad, eso a mí eso me consta.