Denuncian graves maltratos en hogar de ancianos de El Monte
Tres ex funcionarias del asilo "Padre Pío" grabaron conmovedoras imágenes donde se aprecian los abusos físicos y sicológicos a los que son sometidos 37 adultos mayores.
Una grave denuncia por malos tratos a adultos mayores en el Hogar de Ancianos "Padre Pío" de la comuna de El Monte realizaron tres ex funcionarias del recinto, quienes acusan a la dueña del lugar de violencia física y sicológica, además de no proveer de los cuidados médicos necesarios para cuidar de la salud de sus internos.
Según el reportaje presentado por Meganoticias, que presentará este miércoles una segunda parte con las reacciones de los parientes de los ancianos tras enterarse de los malos tratos, en el hogar se atiende a 37 ancianos desde hace un año en El Monte, pues el hogar debió trasladarse desde Peñaflor debido a los estragos del terremoto.
La denuncia más dramática la hizo uno de los propios ancianos, quien acusó en un llamado telefónico, con evidente dolor en su voz, que "la patrona (la dueña del lugar) me puso dentro de los pañales una cuestión como un parche y me amarró el miembro con una cosa y al rato me acosté. Entonces empezó el dolor tremendo".
El hecho lo corroboró luego un video tomado por una de las funcionarias, donde se advierte al anciano, quien sufre problemas a la próstata y por esa razón se orina a veces en la cama, quejándose por los calambres que le producían el parche y la amarra.
"Trabajo desde el año 1978 con adultos mayores y es primera vez que me toca algo así, por eso decidí romper el silencio", explicó una de las ex trabajadoras, que al igual que sus colegas decidió mantener el anonimato por vergüenza y temor a represalias.
Otra de ellas fue más allá y acusó la eventual vista gorda que haría el médico que visita el hogar, pues "nunca va a constatar las causas de las muertes", que sólo en este año alcanzan a tres abuelitos.
Una de las denunciantes aseguró que en al menos dos de esos casos habría advertido falta de preocupación por los adultos mayores e, incluso, malos tratos pese a su precaria condición de salud.
Más allá, incluso, fue una de las ex trabajadoras, quien fue la paramédico del hogar hasta enero de este año, cuando renunció "por una cosa de conciencia, pues vi muchas cosas. Por la más grave tuve hasta pesadillas", relatando el caso de una abuelita "que no quería comer" y, al ser obligada por la dueña a ingerir una sopa muy espesa, "la devolvió por la nariz y murió ahí mismo por un paro cardiaco".
La denuncia incluyó fuertes imágenes donde quedaba en evidencia el estado de desnutrición de algunos ancianos y las precarias condiciones de salubridad del hogar en que vivían, pese a que éste se mantendría con sus pensiones asistenciales, que fluctuarían entre 80 y 120 mil pesos y serían cobrados por la propia dueña del recinto.
El caso ya está en conocimiento de las autoridades respectivas, quienes se comprometieron a tomar cartas en este tema.
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