Derecho a soñar: Unión festejó en Valparaíso y presiona a Iquique

Sin apuros. Parecía que Wanderers y Unión Española se respetaban como si nunca se hubieran visto en sus vidas. Las pocas ganas de romper la historia se evidenciaban en cada minuto en el que ambos aburrían a todos en Valparaíso. Pero dentro de los 22 jugadores que iniciaron el partido, hubo uno que quería algo distinto. Y que supo romper el letargo de un equipo tan paciente que pareció abúlico, por momentos.

En un primer tiempo horroroso para los ojos, César Pinares era el que algo distinto intentaba. Remató de media distancia en dos ocasiones y obligó a una buena contención de Castellón en un tiro libre algo predecible. Recorriendo el espacio que existía desde la izquierda hacia el centro del ataque, el zurdo era de lo poco rescatable en una fase en la que los locales parecían visitantes. El pelotazo para un ataque que no retenía nada era, aparentemente, el único mecanismo para ganar algunos metros.

Solamente David Terans, con un tiro libre que dio en el travesaño, complicó a Diego Sánchez. La Unión, con sus dos líneas de cuatro muy bien paradas pero con muy poco aporte ofensivo desde los costados, supo abrir el pleito apenas encontró espacios. Galdames, otro de los más claros de los rojos, habilitó a Pinares, que enganchó con su pierna hábil para sorprender a todos clavando un golazo con su pie débil. 0-1, y para todos en Playa Ancha, era partido liquidado.

Porque Wanderers no entiende reacción. A los porteños les gusta que los ataquen, y Unión no lo hizo. Lo estudió, lo controló y lo golpeó en el momento indicado. Y cuando tuvo que salir a buscar el ataque, un contragolpe magnífico entre Salom y Sierra terminó con el Coto Jr. anotando el gol final.

Al Wanderers duro, solidario y trabajador del inicio del campeonato, definitivamente lo perdimos. Este es el tercer partido que pierde de forma inapelable, esta vez con una Unión Española que, además de ser superior en nombres, manejó muy bien el partido y lo ganó justificadamente. Y que no piensa salirse de la pelea por el título.