El 26% de alumnos con más de 600 puntos es primera generación

Más de 109 mil alumnos que rindieron la PSU tenían el sueño de ser los primeros en su familia en llegar a la universidad: su madre sólo había completado la enseñanza media. De ellos, casi siete mil (el 8%) tienen casi asegurado su sueño, porque obtuvieron más de 600 puntos, el mínimo requerido por los planteles más exigentes para postular y algo que logra sólo el 17,5% de los estudiantes que rinde la prueba.

Visto de otro modo: de los 26 mil alumnos que lograron superar la exigente barrera de los 600 puntos, uno de cada cuatro tiene madre que sólo terminó el colegio. Una cifra que ha ido a la baja en los últimos años: en 2005, el 29% de quienes lograba más de 600 puntos era primera generación.

Los datos fueron entregados por la División de Análisis Institucional de la Universidad Católica de Valparaíso, a partir de las cifras del Demre.

En el otro extremo, el 48% de los 17.500 postulantes de madres que sí tienen estudios superiores completos obtuvo más de 600 puntos. Es decir, 8.300 personas -el 32% de quienes obtuvieron más de 600 puntos- podrían optar a las carreras más selectivas del sistema.

Además, desde 2005, la distancia de puntajes entre quienes tienen mayor capital cultural y el resto ha crecido: entonces, era de 99 puntos -468 puntos los hijos de madres sin estudios superiores y 568,1 los hijos de universitarias. Pero mientras el rendimiento de estos últimos ha subido, llegando a 587 puntos; el de los primeros ha bajado hasta 463 puntos. Así, en la PSU dada a conocer el martes la brecha entre ambos aumentó a 123,3 puntos.

EL CAPITAL CULTURAL
Según diversos estudios, el capital cultural es uno de los que más incide en el rendimiento. Por ejemplo, según la prueba Pisa, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el origen de los alumnos explica el 54% de la diferencia de resultados entre escuelas.

"La relación entre más recursos y resultados es de una correlación alta", señala el vicerrector de la U. Andrés Bello y experto en educación superior, Andrés Bernasconi.

Así lo demuestran también los resultados de la PSU. Según datos entregados ayer por el Consejo de Rectores (Cruch), un egresado de colegio privado tiene un 50% más de probabilidades de lograr más de 600 puntos que un estudiante de colegio municipal. Si se controla por la educación de los padres, la ventaja del primero sigue existiendo, pero se reduce a 19%.

Una ventaja que se ve reflejada en que no importa en qué tipo de establecimiento estudien, los alumnos de más recursos siempre tendrán más puntaje. Según datos del Cruch, los egresados de colegios municipales, con salarios familiares de menos de $ 144 mil, promediaron 445 puntos en Matemática. En cambio, haber egresado de un colegio municipal, pero tener un ingreso familiar de más de $ 1,5 millón eleva el promedio a 596 puntos en la prueba.

Por otro lado, un alumno de menores ingresos que estudia en un colegio privado logró, en la última PSU de Matemática, 527 puntos, 121 puntos menos que el joven más rico que estudia en el mismo tipo de colegio.

Bernasconi agrega que este escenario ratifica que las oportunidades educacionales no están distribuidas de manera pareja entre los estratos socioeconómicos. "El apoyo económico de los padres se expresa en colegios privados o buenos preuniversitarios y el capital cultural en más libros, todos los cuales están correlacionados con un puntaje más alto", agrega.

De allí que señale que es clave que se avance en enriquecer la PSU con una batería más amplia de pruebas, indicadores y el ranking por generación en los secundarios. Algo que ya está estudiando el gobierno con el Cruch para el próximo proceso de admisión.

Bernasconi explica que el ranking permite disminuir las diferencias socioeconómicas de origen y del tipo de establecimiento al que se asiste. Además, sostiene, impediría truncar el futuro a buenos alumnos y que tuvieron mal desempeño en la PSU. "Son perseverantes, si tuvieran acceso a la educación superior, lo más seguro es que les iría bien", añade.

14.000 MUNICIPALES NO DIERON PSU
El proceso de admisión 2012 registra una baja respecto de la participación exhibida en el año anterior: la tasa de alumnos que rindió la prueba cayó, por primera vez en cinco años, en 7,8%. De los 271.858 inscritos, 231.115 se presentaron a rendir los test. En comparación con la admisión 2011, el proceso 2012 tuvo 19.628 personas menos que rindieron las pruebas. El 74% proviene del sector municipal.

La caída se da tanto en alumnos egresados este año como en quienes salieron del colegio en años anteriores.

En todo caso, el ausentismo ha aumentado de manera importante desde la política de ampliación de becas en 2006, pasando de 3,5% entonces, a cerca de 13% en la admisión anterior. Este año, la cifra llegó a un récord de 15%. ¿Quiénes faltan más? Los más beneficiados con la beca que cubre la prueba, según el Cruch.