El heredero que quiere continuar la leyenda de Fernando Cornejo en Cobreloa
Fernando Cornejo Miranda ya entrena con el equipo que dirige Jorge "Chicho" García. El juvenil no oculta sus ansias de debutar en el club donde brilló su padre, el "Corazón de Minero".
Rancagüino de nacimiento, pero calameño por afectos. Así se define Fernando Cornejo Miranda, hijo del homónimo ex mediocampista de Cobreloa, O'Higgins, Universidad Católica y la Selección, fallecido en enero de 2009 debido a un cáncer gástrico.
Hoy, con 17 años, "Cornejo chico", como le llaman en Calama, proyecta una carrera bajo el norte que le mostró su progenitor, quien no sólo le inculcó el amor por la profesión, sino también el cariño por Cobreloa, la institución con la que más se identificó el recordado "Corazón de Minero".
"Cuando chico no entendía el apodo de mi papá. Hoy me pone llena de orgullo sentir el afecto que hay en la ciudad por mi padre", afirma el promisorio volante naranja, que desde hace algunos meses alterna los entrenamientos de la Sub 17 del club y el primer equipo que dirige Jorge García, el actual líder del fútbol chileno.
"Es emocionante compartir con el plantel profesional. Hay un grupo experimentado que me ayuda y aconseja bastante. (Diego) Reynoso y (Sebastián) Roco son los que más me hablan, y me enseñan a realizar los trabajos y moverme en la cancha", sostiene el juvenil, que sueña con emular la senda de su malogrado progenitor, cuyo recuerdo renace a cada instante en la vida de "Fernandito".
Como la mayoría de los hijos de personajes conocidos, Cornejo debió luchar contra el estigma de que sus logros se debían a la influencia de su padre."Mi primer entrenador fue mi papá. Empecé en las escuelas de fútbol y, luego, en el equipo de proyección. El año pasado hubo una prueba y pase a cadetes", relata con emoción el heredero del mundialista en la Copa del Mundo de Francia 1998.
"Con el tiempo demostré que no estoy en Cobreloa sólo por ser 'el hijo de'. Al principio hubo muchas comparaciones, pero terminé ratificando mis condiciones y que no cuento con ningún tipo de privilegios por lo que significó mi papá en el club", destaca el futbolista, para quien la imagen paterna está lejos de ser una carga, sino que la principal referencia a seguir.
El es mi gran mentor para trabajar y seguir entrenando. Siempre me dijo que nunca dejara de ser humilde, independientemente de los logros que pueda alcanzar, ya que eso es lo más difícil para cualquier jugador", comenta el adolescente, que reside hace siete años en Calama junto a su madre y hermano.
Un estilo propio
"Me dicen que tengo más dinámica que mi papá", reconoce, entre risas, Cornejo hijo, al referirse a sus características como mediocampista mixto, misma función que cumplía su progenitor en la cancha.
"Me gusta llegar al arco rival y defender cuando es necesario. Me acomoda el estilo de los 'profes' de la juvenil. A nivel de selección, fui nominado a una preselección Sub 20", subraya.
Para el "Chicho" García, las aptitudes del mediocampista anticipan una buena proyección en su promisoria carrera.
"Es un buen proyecto de las series menores de Cobreloa. Hay una cualidad que tenía Fernando padre con ese marcado ida y vuelta en la cancha. Fernando tenía una entrega notable, cualidades que también posee su hijo", remarca el técnico del conjunto minero.
El propio adolescente no esconde sus ansias de estrenarse en el equipo profesional, conjunto que igualó la racha de 26 partidos invicto que tenía el equipo que integró su padre en 1992.
"Está el sueño de ser citado. Sería una gran emoción, tengo esas ganas de debutar en el primer equipo", concluye "Junior", el único jugador que podría utilizar la camiseta número 8 de Cobreloa, que el club sacó de circulación luego del deceso de su padre, en 2009, cuyo recuerdo intenta revivir día a día su heredero más directo.
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