El mito del ángel caído: Radrigán estrena El Príncipe Desolado
Tras 17 años inédita, la obra del Premio Nacional de Arte debuta mañana en Matucana 100.
Caminan a duras penas. Parecen vagabundos. Expulsados del Paraíso, Luzbel y su esposa Lilith atraviesan los oscuros Páramos de la Desolación. Ella está moribunda y van de regreso al Jardín para pedir ayuda. Pero Lilith ya no puede avanzar. "Detente", le ruega a Luzbel. El la abraza y le pide que no se rinda. "¡Hemos atravesado los parajes más crueles de la tierra por tu salvación, no puedes darte por vencida ahora! Mira, desde aquí puedo ver el cielo limpio y brillante de Edén... ¡Es el sol, el sol, Lilith!", dice él. Y ella responde: "Un sol que perdimos, un sol que no es para nosotros".
Lilith y Luzbel, el ángel caído, son los protagonistas de El príncipe desolado, acaso la obra más bella y conmovedora de Juan Radrigán, Premio Nacional de Arte. Seleccionada en la Muestra de Dramaturgia de 1998, Rodrigo Pérez dirigió una síntesis con Tito Bustamante y Gaby Hernández en el anfiteatro del Museo de Bellas Artes. Pero la obra se mantuvo inédita en su integridad.
Diecisiete años depués, El príncipe desolado se estrena con dirección de Alejandro Quintana en Matucana 100. Radicado en Alemania, donde se exilió en 1974, Quintana es el único chileno que ha sido director del Berliner Ensemble, la compañía fundada por Beltolt Brecht.
La relación de Quintana con Juan Radrigán data de 2007, cuando quisieron montar El encuentramiento, pero no consiguieron el presupuesto. "No pudimos trabajar ahí y lo sentimos mucho, porque era un trabajo muy bonito. Alejandro alcanzó a pensar mucho y tenía una buena propuesta. Nos quedamos con hartas ganas de trabajar juntos y por suerte ahora se pudo", cuenta Radrigán.
Gracias a la obtención de un Fondart de Excelencia de 58 millones, llevan a escena El príncipe desolado. La obra se estrena mañana y señala un triple debut: el de Quintana en Chile, del texto de Radrigán y la cuarta edición del Festival Santiago Off, encuentro convocado por artistas del teatro que se extiende hasta el sábado 24, con Matucana 100 como sede central. El festival busca potenciar la creación local y la reflexión en torno a temas sociales.
SANTIAGO ES EL EDÉN
En El príncipe desolado, el autor de Las brutas revisita el mito cristiano del ángel expulsado del cielo por rebelarse contra Dios. Si bien la obra habla "de lo que hablan todas las historias, finalmente, que es de la lucha del bien contra el mal", dice el autor. Quintana ha hecho su propia lectura: "El Edén para mí es Santiago y la obra habla de nuestra historia inmediata, de los cambios que suceden en el nuevo orden impuesto a la fuerza en la sociedad, donde hay un individualismo muy terrible, en una especie de dictadura blanca, que se mete por lo económico".
En el montaje, Luzbel es expulsado del Edén y lucha por regresar para encontrar la cura para su enferma y mortal amada, Lilith. En las puertas del Paraíso, pide que la asistan, pero se les niega la entrada: ellos están condenados. Luzbel, maldito y eterno, es rechazado donde va, pues toda la Tierra es de Dios, y son sus hijos, precisamente, los guardianes del nuevo sistema que se ha impuesto por la fuerza.
"La enfermedad de Lilith tiene que ver con el exilio; el dolor de haber dejado a sus hijos la envejeció y enfermó. Lo único que tiene es su amor con Luzbel", dice Quintana. Su entusiasmo por el texto con el que trabaja se nota de lejos: "Es una obra que es Chile, que está en cada esquina, muy contemporánea. Para mí es realmente un regalo del dios del teatro dirigir esta obra. Es una obra fundamental para entender el contexto en que vivimos", agrega.
Con más de 150 obras estrenadas en su trayectoria, el director destaca también la "gran calidad humana y profesional" del elenco. El montaje cuenta con las actuaciones de Daniel Alcaíno, Pepe Herrera, Silvia Marín, Andrés Céspedes, Claudio Riveros, Miguelángel Acevedo, David Hernández y tiene a Francisco Melo como Luzbel y a Daniela Lhorente como Lilith.
SHAKESPEARE
Tras el Festival Santiago Off, Alejandro Quintana regresará a Heilbronn, donde dirige el Heilbronn Theater, pero volverá a Chile para trabajar en El Fausto sudaca, una adaptación de la obra de Goethe, junto al dramaturgo Omar Saavedra.
Radrigán, en tanto, presentará su obra Memorial del Bufón junto a la compañía Los Locos del Pueblo el 22 de enero en el Teatro Facetas. Y ya tiene nueva obra: La tempestad, su versión del clásico de Shakespeare, que estrenará en GAM durante el primer semestre.
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