El mundo del arte se une para pedir la liberación de Ai Weiwei
Los principales museos y artistas del mundo están recogiendo firmas a través de internet para lograr la liberación del disidente.
Los principales museos y artistas del mundo publicaron una carta en internet en la que expresan su preocupación por la situación del creador y disidente chino detenido Ai Weiwei y en la que recogen firmas para exigir su liberación.
"Los miembros de la comunidad internacional del arte expresamos nuestra preocupación por la libertad de Ai y nuestra decepción con la renuencia de China de cumplir con su promesa de alimentar la creatividad y el pensamiento independiente, claves para el 'poder suave' y la influencia cultural", señala la carta abierta.
La misiva está rubricada por los directores de los museos Guggenheim, Los Angeles County, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, la bienal surcoreana de Guangju, o de la galería londinense Tate, entre otros, y hasta ahora ha recogido más de 5 mil firmas en la web change.org.
"Nuestras instituciones congregan a algunas de las mayores comunidades museísticas online del mundo. Hemos lanzado esta petición a nuestro colectivo de seguidores en Facebook y Twitter. Usando esta 'escultura social' que Ai favorecía, esperamos presionar para la liberación de nuestro visionario amigo", agrega la nota.
La detención de Ai Weiwei, de 53 años, el domingo pasado ha provocado la condena de países como Estados Unidos, Alemania, Francia o Australia, así como de organizaciones de derechos humanos que claman que la del artista es la detención política de mayor peso en la última década en China.
Aunque en Beijing aseguran que el artista conceptual chino de mayor repercusión está siendo investigado por un supuesto delito económico, tanto estas organizaciones como la familia aseguran que es una nueva violación de los derechos humanos en la segunda potencia económica.
De hecho, la detención de Ai culmina una de las más duras campañas de represión llevadas a cabo por el régimen, en la que por lo menos 200 activistas, disidentes, abogados, intelectuales y artistas han sido objeto de detenciones, desapariciones, torturas y acoso.
El caso de Ai es especialmente relevante porque se trata de uno de los artistas contemporáneos de mayor calado, con exposiciones, instalaciones y "performances" en Estados Unidos, Europa, Japón, o Australia.
Una de sus obras más conocida fue su reciente instalación "Sunflower Seeds", con la que inundó con millones de pipas de girasol de porcelana una de las salas de la galería Tate de Londres, y está previsto que en mayo se inaugure una exposición suya en Nueva York, con o sin su presencia.
Pero el irreverente artista es conocido además por la apertura con la que expresa su oposición al régimen, a pesar de haber sido uno de los diseñadores junto con Herzog & de Meuron del estadio olímpico de Beijing 2008, del que se desentendió por considerar que los Juegos fueron una campaña de propaganda del régimen.
Además, hace dos años Ai fue golpeado cuando intentaba acudir como testigo a un juicio para denunciar los casos de corrupción que provocaron el desplome de escuelas en el terremoto de Sichuan de 2008 que causó la muerte de miles de niños.
La paliza le provocó un derrame cerebral del que tuvo que ser operado en Alemania.
Unos días antes de su detención, el artista confirmó que estaba construyendo un nuevo estudio en Berlín porque cada vez le resultaba más difícil trabajar en su país, pero expresó su deseo de quedarse en él a menos que el régimen le obligara a exiliarse.
A pesar de que China asegura que su detención se ha llevado a cabo de acuerdo con la ley, las autoridades todavía no han informado a la familia de su paradero ni del motivo de la detención, lo que incumple los plazos legales.
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