El poder femenino triunfó en la Quinta Vergara

Anoche, un público entusiasta y dominado por mujeres ovacionó en su regreso a Alejandro Sanz y premió el debut de Natalia Valdebenito, que terminó con la "maldición" de las humoristas en Viña.




Las primeras risas y chillidos en la Quinta Vergara, detonados por un  clip con bromas entre Alejandro Sanz y Luis Jara, dejaron en claro que los protagonistas de la tercera noche de Viña 2016 se enfrentarían a una audiencia mayoritariamente  femenina y más entusiasta que la de la jornada anterior. Cinco minutos después, a las 21.55, esto se confirmó con el caluroso recibimiento que el público le brindó a Rafael Araneda y en especial a Carolina de Moras, cantándole el cumpleaños feliz a ésta última -a estas alturas, una tradición del certamen en la era Chilevisión- y pidiendo espontáneamente el beso entre ambos, rito omitido durante la noche del martes.

En ese marco, Sanz materializó su regreso a un escenario que no pisaba hace cinco años, pero del que ya se consolidó como uno de sus hijos pródigos.  Conocedor de los códigos festivaleros, pasadas las 22.00 horas el  madrileño salió desde la platea baja cantando y saludando al público, con gritos de “Viva chile” que se repitieron durante toda la noche.

Tras la popular Quisiera ser, para los primeros coros de sus calcetineras, el solista siguió con el primero de los duetos que había anticipado para su velada. Tal como cuando Miguel Bosé lo asistió en su accidentado debut en Viña, hace ya dos décadas, Sanz convidó en el primer bloque de su show a dos artistas emergentes del continente: primero a la mexicana Paty Cantú -quien ya había cantado el martes con Ana Torroja-, con quien interpretó Desde cuando, y luego a la chilena Javiera Mena, quien lo secundó en una versión del clásico Corazón partío, con algunos baches vocales y un par de olvidos en la letra que no pasaron desapercibidos.

No es lo mismo, Amiga mía y otros himnos -además de un tercer dueto junto a Torroja- cerraron un show condensado de 90 minutos, que finalizó con las dos gaviotas y el español declarando “esta noche va de chicas”, para finalizar su serenata y darle paso a Natalia Valdebenito, la primera comediante local en subirse en once años a la Quinta, escenario históricamente difícil para las mujeres y el humor.

Luego de un comienzo algo errático, la ex El club de la comedia consiguió ganarse al “monstruo femenino” con temas para ellas: confesiones femeninas, relaciones con “pasteles” y bromas a los famosos presentes -además de las hasta ahora infaltables alusiones al caso Caval- fueron suficientes para hacer reír al público, que le entregó las dos gaviotas con la mayor ovación que ha recibido un humorista en lo que va del certamen.

La audiencia también la premió: un promedio de 38.1 puntos con peaks de 43 unidades -entre las  23.50 y hasta las 00.40- para el debut de Valdebenito.

Luis Jara fue el encargado de cerrar la tercera noche. El cantante nacional se llevó ambas Gaviotas.

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