El rearme de Evópoli

"Estamos en un proceso de orden. Ya no somos solo cuatro personas". Eso es lo que, por estos días, dicen varios dirigentes de Evópoli. Cuatro días después de las primarias, el entonces presidente del partido, Jorge Saint-Jean, renunció a dicho cargo -por razones personales y "no políticas", según explicó-, removiendo la interna del partido. Nadie ha desmentido sus razones, incluso recalcan que lo venía pensando desde marzo. Sin embargo, eso no evitó que la noticia les cayera "como un balde de agua fría" en la novel colectividad, que ahora debe tomar decisiones de futuro y reordenarse para consolidar su crecimiento en la centroderecha a partir de la votación de Felipe Kast en las primarias del 2 de julio pasado.

"Pudo haber un trasfondo político", dicen en el partido pero enfatizan que Saint-Jean jamás hubiese renunciado "tirando el mantel", como buscando todavía las razones de su salida. "Sólo dejo un cargo, sigo cercano a Felipe", señaló el ex presidente al dimitir.

No hubo coincidencias en cómo posicionar comunicacionalmente la campaña, recuerdan en privado algunos dirigentes. Pero se mencionan otras razones: los cargos en la directiva no son remunerados como en otras colectividades, por lo que no es extraño, dicen, que pese la vida personal.

El fin de la candidatura de Kast, en tanto, también deja la tarea de definir el futuro del líder natural con la duda de si debe ser más independiente o no de Evópoli. Hace ocho meses, cuando el diputado asumía el desafío presidencial, lograba desprenderse de "la labor doméstica" del partido y, junto con eso, se trazaban objetivos: que el propio Kast se transformara en una figura nacional y que Evópoli aumentara su nivel de conocimiento.

Mientras la campaña buscaba instalarse con ideas fuerza como la defensa de los niños y la salida de los operadores políticos del Estado, la estructura de Evópoli funcionaba en todo Chile y los candidatos al Parlamento incluso ya estaban en terreno. Por eso, Saint-Jean insistió en su salida, en que el liderazgo ahora debía ser tomado por una persona distinta a Kast. De hecho, propuso al actual secretario general, Francisco Undurraga.

El lunes por la noche, miembros de la directiva -entre ellos Undurraga; los vicepresidentes Pedro Pablo Errázuriz y Luciano Cruz-Coke; la coordinadora Gloria Hutt y el ex intendente de La Araucanía Andrés Molina, quien estuvo "presente" a través de Skype- se reunieron en casa de Kast para discutir posibles nombres para la presidencia del partido.

Undurraga esa noche llegó con una decisión casi tomada: si le proponían el cargo, diría que no aceptaría. La razón: concentrarse en su candidatura al distrito 11 de Las Condes y, sobre todo, en la negociación parlamentaria con Chile Vamos.

Ese día, asimismo, se propuso el nombre de Cruz-Coke para tomar el liderazgo. El ex ministro, comentan, puede hacer un contrapeso a la figura del diputado, aunque aún analizan esa opción, dado que Cruz-Coke está focalizado en su candidatura al Congreso. Kast, por su parte, se encargó de descartar su interés por asumir nuevamente la presidencia. "Se debe mantener como un líder por arriba", comenta un dirigente.

No obstante, siguen analizando otros nombres, aunque con bastante reserva.

Lorena Recabarren, directora del centro de estudios del partido, Horizontal, también ha sido analizada como opción.

Todo este debate debería encontrar destino hoy en la comisión política de la colectividad, aunque no se descarta que el tenor de a discusión termine postergando una decisión.

"La primaria dejó al partido con varias emociones internas", comentan los dirigentes. Esperaban conseguir el segundo lugar, habían realizado varias encuestas internas. Incluso, Kast había sido medido solo con Manuel José Ossandón y, dicen, el diputado aventajaba por 15 puntos al senador.

En el partido añaden que hubo personas que votaron por Sebastián Piñera ante el riesgo de que la izquierda fuese a votar por Ossandón, por lo que la posibilidad de que el mejor liderazgo -el del ex presidente- corriera peligro de perder, era real.

Ahora, en el partido dicen que el crecimiento de Evópoli es un hecho, por lo que explican que las cartas deben ser movidas de manera inteligente. La eventual candidatura de Kast en Las Condes fue planteada la semana pasada como una manera de maximizar la sobrevivencia del partido, obtener los dos cupos e instalarse como líderes ante la UDI y RN, lo que consideran complejo.

Cercanos a Kast señalan que lo más cómodo para él sería quedarse en su actual distrito. "La sandía calada sería Santiago, y no Las Condes. No es fácil competir en el patio de la UDI", aseguran.

Las alternativas aún se están evaluando y el diputado está en una reflexión personal y familiar. "Me pongo a disposición del partido", ha dicho Kast en más de una ocasión. El distrito 13 de La Cisterna, donde quedó el cupo de Saint-Jean también se ha barajado como una opción.

Mientras, la negociación parlamentaria sigue trabada, sobre todo con la UDI. No resolverán su integración a la candidatura presidencial hasta que no se cierre el pacto electoral, han sentenciado, aunque son enfáticos en que el apoyo a Piñera está seguro. Su interés no está en cargos de gobierno: el objetivo, sí o sí, está en una bancada robusta para 2018, de al menos seis diputados. Allí, la ahora figura "más fortalecida de Kast", tras la primaria, dicen, debe cumplir un rol clave a esa elección, aunque dando el vuelo propio a Evópoli.