Empresarios inquietos por reforma tributaria y JP Morgan advierte impacto

Inquietud causó en el sector privado la propuesta realizada esta semana por la candidata presidencial del pacto Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, quien planteó elevar el impuesto de primera categoría de 20% a 25% en un plazo de cuatro años. 

Ayer por la tarde, la ex mandataria aclaró que el incremento sólo se aplicaría a las grandes empresas, exceptuando a las pymes. 

Más temprano, el jefe del programa económico de la candidata presidencial, Alberto Arenas, explicó que la propuesta tiene tres objetivos: aumentar la recaudación tributaria en tres puntos del PIB, avanzar en equidad tributaria y un sistema más solidario, e incentivar el ahorro y la inversión. "Habrá incentivos concretos para fomentar el ahorro y la inversión, modernos, que tienen que ver con el país de hoy en día y con el de hace 30 años", recalcó. La propuesta de reforma tributaria esbozada por Bachelet apunta a una mayor recaudación de US$ 8.200 millones, cerca de 3% del PIB.

Tomando como referencia los cerca de US$ 1.400 millones de mayor recaudación en régimen, estimada por el alza del 17% al 20% en el impuesto de primera categoría impulsada por el actual gobierno, cada punto de aumento en este gravamen equivaldría a alrededor de US$ 450 millones. Dicha alza se aplicó, eso sí, a todas las empresas, sin diferenciar su tamaño.

PREOCUPACION EN GREMIOS

Ante este escenario, y si bien algunos sectores reconocieron que existe espacio para "hacer un esfuerzo" y asumir un alza del gravamen, todos coincidieron en que un cambio tributario de este tipo tiene efectos sobre el crecimiento y la inversión, y que su impacto depende también del destino que se dé a los mayores ingresos.

Así, aunque enfatizó que tendrá una opinión más acabada cuando se definan los candidatos tras las elecciones primarias -con quienes espera reunirse para analizar sus programas-, el presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, subrayó que "se debe tener en cuenta que los impuestos no son neutros, y en materia tributaria, lo más importante es la eficiencia en el uso de los recursos".

Por su parte, el presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, afirmó que los anuncios de Michelle Bachelet son "una señal altamente preocupante", debido a que su impacto en las expectativas de los inversionistas "puede lesionar seriamente" la capacidad de crecimiento, afectando la recaudación a largo plazo.

Otros como Patricio Crespo, titular de la SNA, enfatizaron que, si bien es posible enfrentar un incremento tributario, el impacto de un alza en el impuesto de primera categoría dependerá de las demás iniciativas que se pretenda impulsar en paralelo. En esa línea, sostuvo que la "menor caja" generada por un alza tributaria, "acompañada de un paquete político que genera incertidumbre", culmina en menores utilidades. Como consecuencia, "el rendimiento de los cinco puntos adicionales puede terminar siendo, a largo plazo, decreciente". Jorge Awad, presidente de la Abif, dijo, en cambio, que valora que se esté pensando en aplicar un alza gradual, afirmando que "no hay que ser sabios para saber que se requieren recursos para el cumplimiento de una reforma educacional amplia". Agregó que "lo relevante de una propuesta seria es que debe traducirse en un esquema tributario más simple, estable, equitativo, de fácil administración y fiscalización, además de promover el ahorro y la inversión".

En tanto, el timonel del Comercio, Ricardo Mewes, dijo que "puede haber espacio" para un alza, pero "con todos los elementos sobre la mesa y con énfasis en la diferenciación". A su juicio, un incremento en la materia debería diferenciar "entre tamaño de empresa e incluso región".