Estrenan Zoológico, el filme sobre solitarios jóvenes de clase alta

La segunda película de Rodrigo Marín muestra adolescentes ABC1 alejados de su familia.




La madrugada del 11 julio de 2009, Sergio Aguayo, de 18 años, fue apuñalado mortalmente mientras caminaba por Avenida Las Condes. Un asesinato que removió aún más a la opinión pública cuando fue detenido su atacante: un adolescente de 15 años. Este hecho fue el punto de partida para la realización de Zoológico, la nueva película de Rodrigo Marín, director de la premiada cinta Las niñas (2008), quien en los títulos finales dedica este nuevo filme a Aguayo.

"Era muy extraño todo esto que ocurría, eran jóvenes acomodados, con muy buena educación, buenos modales, pero al ver esta noticia se notaba que había un vacío enorme y me surgieron las ganas de contar qué estaba pasando en ese lugar de Santiago, de contar las historias de todos los Sergios que podía haber ahí", dice el director. La película se estrena hoy en salas de Cine Planet Costanera Center y Florida Center, tras pasar por los festivales de Valdivia, Toulouse y Miami.

Protagonizado por Alicia Rodríguez, Santiago de Aguirre, Luis Balmaceda y Héctor Morales, en Zoológico, Marín sitúa a personajes desconectados de su entorno. Camilo, Belén y Aníbal son tres adolescentes a punto de salir del colegio. Pertenecen a familias de clase alta, con profesores que les dicen que son "lo mejor que tiene el país" y apenas se comunican con sus padres (quienes nunca se ven en pantalla, sólo se oyen). Además, sus ansias están lejos del camino profesional del que los adultos hablan. Uno quiere dedicarse sólo a afinar sus destrezas sobre el skate, el otro sólo piensa en volver a Canadá con su madre, mientras la joven graba un video para un casting publicitario. "Tienen todo para ser felices, pero son los más aislados", agrega el cineasta.

Las historias que Zoológico muestra surgieron en parte de una investigación donde Marín se reunió con jóvenes de distintos colegios del sector alto de Santiago. "Vimos cómo se mueven, que es en un espacio muy reducido, viven en un nicho, en un gueto", cuenta.

Tal como en sus anteriores trabajos, Marín continúa en la ruta por un cine contemplativo, y que ahonda en estas incomunicaciones. Es una búsqueda "por instalar una reflexión sobre un vacío moral en el que está nuestra sociedad, una sociedad que no puede comunicarse", señala. Algo que la cinta profundiza visualmente con encuadres donde siempre se ve a los personajes apartados, navegando por internet, escuchando música, encerrados viendo TV.

Otro aspecto que recalca Zoológico es el de una cierta "americanización" en los modos de vida. "Chile, con su sistema económico, es muy similar a EE.UU., lo que quiere un chileno es muy parecido a lo que quiere un norteamericano y en algunos de estos colegios los jóvenes hablan inglés para sentirse distintos", cuenta

Ahora, Marín prepara Padre e hija, un proyecto que se rodará en el sur de Chile y que también ahonda en las relaciones familiares. "Será un thriller. Quiero ahora contar historias más globales y llegar a más público", dice el realizador.

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