Estudio revela que tras 7 años el 50% de los amigos se renueva
Mientras la mitad de los amigos se reemplazan, el 30% de los "conocidos" se mantienen tras este tiempo.
Tenían nueve años cuando se conocieron siendo vecinos de sus respectivas casas de veraneo. Ariel era un "niño-rambo": tenía mentalidad militar, jugaba con guantes de boxeo y era muy osado. Miguel, más delgado y menudo, era su protegido. Pasaron muchos veranos juntos hasta que comenzaron a verse en Santiago, compartieron carretes y se hicieron grandes. Se acompañaron cuando murió el padre de uno y cuando el otro no tuvo el trabajo que siempre soñó. Hoy, después de 25 años, son totalmente distintos. Pero son amigos de los buenos.
Mantener un amigo en el tiempo cuesta. Casos como el de Ariel y Miguel son escasos, porque tuvieron que pasar muchos ciclos. Cada siete años, de hecho, vamos perdiendo la mitad de nuestros amigos y reemplazándolos por otros. Así lo concluyó el estudio de Gerald Mollenhorst, un sociólogo de la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos.
Para llegar a esta conclusión, Mollenhorst realizó dos encuestas. En el año 2000 entrevistó a 1.007 personas de entre 18 y 65 años y siete años más tarde contactó y volvió a encuestar a 604 de ellos. A los participantes les consultó con quiénes hablaban de sus asuntos personales, quién los ayuda cuando arreglaban su casa, dónde habían conocido a esa persona, etc. Tras la comparación, los resultados indicaron que después de siete años, un 48% de los amigos son reemplazados por otros y un 30% de los "conocidos", socios de trabajo o contactos cercanos, se mantiene en la misma posición de confianza y cercanía pasado ese tiempo.
FALTA DE CONTACTO
No es una pelea el motivo más determinante para que se termine una amistad. Mollenhorst explica a La Tercera que la principal razón es simplemente la pérdida de contacto. En su investigación, el sociólogo encontró que esta causa se dio en el 50% de los casos. "Más precisamente, ellos dejan de compartir un contexto social con los demás. Por ejemplo, ya no viven en el mismo barrio o ya no son miembros del mismo club o asociación", comenta Mollenhorst. En el caso de Ariel y Miguel, los ayudó mucho fue que ambos pertenecían a un amplio grupo de amigos, siempre se llamaban para fechas importantes y se esforzaban por juntarse.
Paula Sáez, psicóloga y académica de la Facultad de Psicología de la U. Diego Portales, concuerda con que el contexto tiene un papel bastante preponderante en la duración de una amistad. Si el contexto cambia, dice Sáez, también cambian las condiciones de esa relación, porque quizás la amistad se mantenía por lo que otorga una cotidianeidad compartida o por la similitud de pertener a un grupo. Eso influye en la intimidad que se genera en una relación de este tipo y por eso, las amistades que sobreviven mucho tiempo son cada vez menos a lo largo de la vida.
FACTORES QUE AYUDAN
Dice Mollenhorst que hay variables que hacen más o menos probable el llegar a ser amigo de alguien. Establecer una relación de amistad con alguien depende, en primer lugar, del contexto particular que los una, como el trabajo, el colegio, la universidad o el barrio. Luego, habrá más posibilidades de tener una relación de amistad si hay similitud en la ruta de acceso a ese contexto, por ejemplo, si dos personas que están en un trabajo son de la misma universidad y llegaron de manera parecida. Y tercero, las probabilidades se acrecientan entre ambas personas mientras más número de actividades y conocidos se tengan en común.
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