Ex presidente e hijos de ex líderes protagonizan elección uruguaya

Están más pendientes del Mundial y, sobre todo, de la recuperación de su goleador Luis Suárez. Se espera que los uruguayos no acudan en masa a las urnas el domingo, día en que se realizarán las elecciones internas de las que saldrán los candidatos presidenciales que disputarán los comicios del 26 de octubre. El camino para elegir al sucesor de "Pepe" Mujica presenta una particularidad: dos candidatos son hijos de ex presidentes, mientras que el favorito es un ex mandatario.

Por el oficialista Frente Amplio, el ex Presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), prácticamente, no tiene competencia, ya que su intención de voto en su movimiento ronda el 85%. Vázquez es médico y posee un perfil diferente al de Mujica, cuyos comentarios repercuten más afuera que dentro de Uruguay.

A su vez, en la interna del opositor Partido Colorado, el gran favorito es Pedro Bordaberry, hijo del ex dictador uruguayo Juan María Bordaberry, Presidente constitucional entre 1972 y 1973 y de facto entre 1973 y 1976. El candidato tendría una intención de voto de un 80% y en su propaganda política se presenta como "Pedro", omitiendo su apellido.

Bordaberry ha dicho que no se avergüenza de su padre, pero ha insistido en que sus compatriotas deben juzgarlo por su accionar y no por el del ex gobernante. Este político colorado quedó en tercer lugar en las presidenciales de 2009, con un 17%. Al año siguiente fue electo senador. El rival de Bordaberry es José Amorin Batlle, que a su vez es familiar del ex Presidente Jorge Batlle (2000-2005).

Más cerrada está la disputa en el Partido Nacional. Jorge Larrañaga supera por 10 puntos al diputado Luis Lacalle Pou, hijo del ex mandatario Luis Alberto Lacalle (1990-1995).

"Esto de los hijos de políticos tiene una explicación. Uruguay tiene tradición de partidos políticos longevos. Eso implica una cadena de transmisión generacional. El Partido Colorado y el Partido Nacional reconocen su inicio en 1836. El Frente Amplio nació como tal en 1971", señala el periodista uruguayo Nelson Fernández.

Según dijo a La Tercera el analista uruguayo Adolfo Garcé, "en Uruguay hay apellidos que se repiten. Es más una manifestación de la institucionalización de los partidos y de la estabilidad de las fracciones que de tendencias oligárquicas".