Expertos de la ONU culminan investigación sobre presuntos ataques con armas químicas en Siria

Los especialistas, que viajarán durante esta jornada al país, tienen previsto entregar a final de octubre el informe definitivo con los detalles de la investigación.




Los expertos de la ONU terminaron su  investigación sobre siete presuntos ataques con armas químicas en Siria este lunes, en momentos en que los equipos de desarme se disponían a visitar el país  para inspeccionar su arsenal de armas prohibidas.

El presidente de Siria, Bashar al Asad, sostuvo que su país acatará una  resolución de la ONU según la cual su régimen debe entregar sus armas químicas  para que sean destruidas.

Sin embargo, la violencia continuaba en ese país, donde al menos 16  personas --entre las cuales había 10 estudiantes-- murieron en un ataque aéreo  del régimen contra un liceo en la ciudad de Raqa, en el norte del país,  controlada por los rebeldes.

El equipo de seis expertos en armas químicas de la ONU, que efectúa su  segunda misión en Siria para investigar presuntos ataques, tiene previsto  partir del país este lunes. 

Este equipo afirmó que espera presentar un informe final sobre los  supuestos ataques a fines de octubre, después de un informe provisorio  entregado este mes que confirmó el uso de gas sarín, un agente nervioso, en un  ataque cometido el 21 de agosto en los suburbios de Damasco.

El martes, un equipo de unos 20 inspectores de la Organización para la  Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) llegará a Damasco para comenzar a  inspeccionar el arsenal sirio, antes de su destrucción.

"En estos momentos, no tenemos ningún motivo para dudar de las  informaciones suministradas por el régimen sirio", señaló un responsable de la  OPAQ el domingo en La Haya.

El régimen y los insurgentes se acusan mutuamente de haber utilizado armas  químicas durante los 30 meses de esta guerra que ha costado la vida a más de  110.000 personas y obligado a otros dos millones a escapar del país.

Estados Unidos amenazó con llevar a cabo una acción militar después del  ataque del 21 de agosto pasado, afirmando que en esa fecha las fuerzas del  régimen mataron deliberadamente a cientos de civiles con cohetes que llevaban  agentes nerviosos.

Siria desmintió estas acusaciones, pero accedió a entregar su arsenal de  armas químicas para evitar un ataque en conformidad con un acuerdo entre  Estados Unidos y Rusia que fue consagrado en una resolución sin precedentes del  Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

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